Ya no hay en los huertos alegría ni regocijo. Nadie canta ni grita en los viñedos, nadie pisa la uva en los lagares; yo le puse fin al clamor en la vendimia.
Isaías 32:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Vosotras, que os sentís tan confiadas, en poco más de un año temblaréis; porque fallará la vendimia, y no llegará la cosecha. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá. Biblia Nueva Traducción Viviente Dentro de poco tiempo, algo más de un año, ustedes que son tan despreocupadas, de repente comenzarán a preocuparse. Pues se perderán sus cultivos de frutas, y no habrá cosecha. Biblia Católica (Latinoamericana) Dentro de un año, más o menos, ustedes que están tan confiadas temblarán al ver que en el tiempo de la vendimia no hay nada que cosechar. La Biblia Textual 3a Edicion Dentro de un año y unos días, Las confiadas temblaréis; Pues se acabará la vendimia, Y no habrá cosecha. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En un año y unos días temblaréis las que estáis confiadas, pues se habrá consumido la vendimia, y no habrá más cosechas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Muchos días y años tendréis espanto, oh mujeres confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá. |
Ya no hay en los huertos alegría ni regocijo. Nadie canta ni grita en los viñedos, nadie pisa la uva en los lagares; yo le puse fin al clamor en la vendimia.
En aquel día, allí donde hubo mil viñedos que costaban mil monedas de plata cada uno, no quedarán más que zarzas y espinos,
»”Cuando quiero cosechar —afirma el Señor—, no encuentro uvas en la viña, ni hay higos en la higuera; sus hojas están marchitas. ¡Voy, pues, a quitarles lo que les he dado!”»
Devastaré sus vides y sus higueras, que consideraba la paga de sus amantes. Las convertiré en maleza, y los animales del campo acabarán con ellas.
Ciertamente los israelitas vivirán mucho tiempo sin rey ni gobernante, sin sacrificio ni altares, ni efod ni ídolos.
La vid se marchitó; languideció la higuera; se marchitaron los granados, las palmeras, los manzanos, ¡todos los árboles del campo! ¡Y hasta la alegría de la gente acabó por marchitarse!
¡Despertad, borrachos, y llorad! Gemid, todos los entregados al vino, porque el vino dulce os fue arrebatado de los labios.
Asoló mis vides, desgajó mis higueras. Las peló hasta dejar blancas sus ramas; ¡las derribó por completo!
Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos;
En botín se convertirán sus riquezas, sus casas, en desolación: “Edificarán casas, pero no las habitarán; plantarán viñas, pero del vino no beberán”.