Ahora bien, tú confías en Egipto, ¡ese bastón de caña astillada, que traspasa la mano y hiere al que se apoya en él! Porque eso es el faraón, el rey de Egipto, para todos los que en él confían.
Isaías 30:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¡La protección de Faraón será su vergüenza! ¡El refugiarse bajo la sombra de Egipto, su humillación! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero por confiar en el faraón serán humillados, y por depender de él, serán avergonzados. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes esperan la protección de Faraón, pero serán defraudados; la sombra de Egipto no será más que decepción para ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Pero la protección de Faraón será vuestra vergüenza, Y el amparo a la sombra de Egipto vuestra confusión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La protección del Faraón será vuestra vergüenza; el cobijo de la sombra de Egipto vuestra afrenta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, la fortaleza de Faraón será vuestra vergüenza, y la confianza en la sombra de Egipto será vuestra confusión. |
Ahora bien, tú confías en Egipto, ¡ese bastón de caña astillada, que traspasa la mano y hiere al que se apoya en él! Porque eso es el faraón, el rey de Egipto, para todos los que en él confían.
Bríndanos tu ayuda contra el enemigo, pues de nada sirve la ayuda humana.
Confiar en gente desleal en momentos de angustia es como tener un diente picado o una pierna rota.
Y los que confían en Etiopía y se enorgullecen de Egipto quedarán aterrados y avergonzados.
En aquel día los habitantes de esta costa dirán: “Fijaos, ahí tenéis a los que eran nuestra esperanza, ¡aquellos a quienes acudíamos en busca de ayuda, para que nos libraran del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo podremos escapar?”»
Mira, tú confías en Egipto, ¡ese bastón de caña astillada, que traspasa la mano y hiere al que se apoya en él! Porque eso es el faraón, el rey de Egipto, para todos los que en él confían.
¡Con qué ligereza cambias de parecer! Pues también Egipto te defraudará, como te defraudó Asiria.
Porque así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: “Así como se ha derramado mi ira y mi furor sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi furor sobre vosotros si os vais a Egipto. Os convertiréis en objeto de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio, y nunca más volveréis a ver este lugar”.
Por lo tanto, sabed bien que en el lugar donde queréis residir moriréis por la guerra, el hambre y la peste».
El Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, dice: «Voy a castigar a Amón, dios de Tebas, a Egipto, a sus dioses y reyes, al faraón y a los que en él confían.
Cuando se agarraron de tu mano, te quebraste, y les desgarraste las manos; cuando en ti se apoyaron te rompiste, y sus espaldas se estremecieron.
El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey. Efraín quedará avergonzado; Israel se avergonzará de sus ídolos.
Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado».
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.