Y Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente.
Isaías 2:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¡Dejad de confiar en el hombre, que es muy poco lo que vale! ¡Su vida es un soplo nada más! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado? Biblia Nueva Traducción Viviente No pongan su confianza en los simples humanos; son tan frágiles como el aliento. ¿Qué valor tienen? Biblia Católica (Latinoamericana) No confíen más en el hombre,
pues no dura más que el soplo de sus narices:
¿para qué estimarlo tanto? La Biblia Textual 3a Edicion Desentendeos° del hombre, cuyo hálito° está en su nariz, Porque, ¿qué vale realmente? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dejaos del hombre en cuya nariz apenas hay un soplo; pues, ¿en qué puede estimársele? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado? |
Y Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente.
No pongáis vuestra confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar.
Una quimera es la gente de humilde cuna, y una mentira la gente de alta alcurnia; si se les pone juntos en la balanza, todos ellos no pesan nada.
me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que pienses en él? ¿Qué es el ser humano, para que lo tengas en cuenta?»
A los ojos de Dios, las naciones son como una gota de agua en un balde, como una mota de polvo en una balanza. El Señor pesa las islas como si fueran polvo fino.
Todas las naciones no son nada en su presencia; no tienen para él valor alguno.
«Soy yo mismo el que los consuela. ¿Quién eres tú, que temes a los hombres, a simples mortales, que no son más que hierba?
Así dice el Señor: «¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!
si nos toca llamar dichosos a los soberbios, y los que hacen lo malo no solo prosperan, sino que incluso desafían a Dios y se salen con la suya?”»
¡Y eso que ni siquiera sabéis qué sucederá mañana! ¿Qué es vuestra vida? Sois como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece.