Isaías 19:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Dejaré que crueles amos los dominen; un rey de mano dura los gobernará», afirma el Señor, el Señor Todopoderoso. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y entregaré a Egipto en manos de señor duro, y rey violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor, Jehová de los ejércitos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entregaré a Egipto a un amo duro y cruel; un rey feroz los gobernará», dice el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales. Biblia Católica (Latinoamericana) Entregaré a Egipto a un amo sin corazón;
un rey cruel los gobernará,
dice el Señor Yavé de los Ejércitos. La Biblia Textual 3a Edicion Entregaré a Egipto en mano de un amo cruel, Un rey fiero los dominará, dice el Soberano, YHVH Sebaot. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entregaré a Egipto en manos de un duro patrón, y un rey fuerte los dominará -oráculo del Señor, Yahveh Sebaot-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entregaré a Egipto en manos de un señor cruel; y un rey violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor, Jehová de los ejércitos. |
«Incitaré a egipcio contra egipcio; luchará hermano contra hermano, amigo contra amigo, ciudad contra ciudad, reino contra reino.
Entonces el Señor dijo: «Así como durante tres años mi siervo Isaías ha andado desnudo y descalzo, como señal y presagio contra Egipto y Cus,
así también, para vergüenza de Egipto, el rey de Asiria llevará desnudos y descalzos, y con las nalgas al aire, a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Cus, lo mismo jóvenes que viejos.
Los entregaré al poder de quienes atentan contra su vida, al poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de sus siervos. Luego Egipto será habitada como en los días de antaño —afirma el Señor—.
Por eso, así dice el Señor omnipotente: Pondré a Egipto en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien se apoderará de sus riquezas, saqueará sus despojos y se llevará el botín que servirá de recompensa para su ejército.
Secaré los cauces del Nilo, y entregaré el país en manos de gente malvada. Por medio de manos extranjeras desolaré el país y cuanto haya en él. Yo, el Señor, lo he dicho.
Con todo, Tebas marchó al exilio; fue llevada al cautiverio. A sus hijos los estrellaron contra las esquinas de las calles. Sobre sus nobles echaron suertes, y encadenaron a su gente ilustre.
Cuando le contaron a Saúl que David había ido a Queilá, exclamó: «¡Dios me lo ha entregado! David se ha metido en una ciudad con puertas y cerrojos, y no tiene escapatoria».