Mi corazón grita por Moab; sus fugitivos huyen hasta Zoar, hasta Eglat Selisiyá. Suben llorando por la cuesta de Luhit; ante el desastre, gritan desesperados por el camino de Joronayin.
Isaías 16:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Por eso vibran mis entrañas por Moab como las cuerdas de un arpa; vibra todo mi ser por Quir Jaréset. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, mis entrañas vibrarán como arpa por Moab, y mi corazón por Kir-hareset. Biblia Nueva Traducción Viviente El clamor de mi corazón por Moab es como el lamento de un arpa; estoy lleno de angustia por Kir-hareset. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, mis entrañas se conmueven
por Moab, como una cítara,
y mi corazón por Quir-Jerés. La Biblia Textual 3a Edicion Por eso mis entrañas vibran como un arpa por Moab, Y mi pecho por Kir-hareset. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso mis entrañas, por Moab, resuenan como cítara, y todo mi interior por Quir Jeres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, mis entrañas sonarán como arpa por Moab, y mi interior por Kir-hareset. |
Mi corazón grita por Moab; sus fugitivos huyen hasta Zoar, hasta Eglat Selisiyá. Suben llorando por la cuesta de Luhit; ante el desastre, gritan desesperados por el camino de Joronayin.
Por eso mi cuerpo se estremece de dolor, sufro de agudos dolores, como los de una parturienta; lo que oigo, me aturde; lo que veo, me desconcierta.
Mira bien desde el cielo; observa desde tu morada santa y gloriosa. ¿Dónde están tu celo y tu poder? ¡Se nos niega tu abundante compasión y ternura!
»¿Acaso no es Efraín mi hijo amado? ¿Acaso no es mi niño preferido? Cada vez que lo reprendo, vuelvo a acordarme de él. Por él mi corazón se conmueve; por él siento mucha compasión —afirma el Señor—.
¡Qué angustia, qué angustia! ¡Me retuerzo de dolor! Mi corazón se agita. ¡Ay, corazón mío! ¡No puedo callarme! Puedo escuchar el toque de trompeta y el grito de guerra.
Por eso lloro por Moab; gimo por toda su gente, sollozo por el pueblo de Quir Jeres.
»Por eso, con sonido de flautas gime por Moab mi corazón; con sonido de flautas gime mi corazón por Quir Jeres, porque han desaparecido las riquezas que acumularon.
»¡Mírame, Señor, que me encuentro angustiada! ¡Siento una profunda agonía! Mi corazón está desconcertado, pues he sido muy rebelde. Allá afuera, la espada me deja sin hijos; aquí adentro, hay un ambiente de muerte.
»¿Cómo podría yo entregarte, Efraín? ¿Cómo podría abandonarte, Israel? ¡Yo no podría entregarte como entregué a Admá! ¡Yo no podría abandonarte como a Zeboyín! Dentro de mí, el corazón me da vuelcos, y se me conmueven las entrañas.
Por tanto, si sentís algún estímulo en vuestra unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable,