Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían pecados muy graves contra el Señor.
Isaías 1:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¡Oíd la palabra del Señor, gobernantes de Sodoma! ¡Escucha la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. Biblia Nueva Traducción Viviente Escuchen al Señor, líderes de «Sodoma». Escuchen la ley de nuestro Dios, pueblo de «Gomorra». Biblia Católica (Latinoamericana) Escuchen, jefes de Sodoma
que esto es palabra de Yavé;
presten atención, pueblo de Gomorra,
a las advertencias de nuestro Dios:' La Biblia Textual 3a Edicion ¡Oíd la palabra de YHVH, príncipes de Sodoma! ¡Escuchad la Ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escuchad la palabra de Yahveh, jefes de Sodoma; oíd la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. |
Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían pecados muy graves contra el Señor.
Por tanto, gobernantes insolentes de este pueblo de Jerusalén, escuchad la palabra del Señor:
Su propio descaro los acusa y, como Sodoma, se jactan de su pecado; ¡ni siquiera lo disimulan! ¡Ay de ellos, porque causan su propia desgracia!
Porque este es un pueblo rebelde; son hijos engañosos, hijos que no quieren escuchar la ley del Señor.
Porque el Señor es nuestro guía; el Señor es nuestro gobernante. El Señor es nuestro rey: ¡Él nos salvará!
yo os digo: «¡Ateneos a la ley y al testimonio!» Para quienes no se atengan a esto, no habrá un amanecer.
Y entre los profetas de Jerusalén he observado cosas terribles: cometen adulterio, y viven en la mentira; fortalecen las manos de los malhechores, ninguno se convierte de su maldad. Todos ellos son para mí como Sodoma; los habitantes de Jerusalén son como Gomorra».
castigaré a Egipto, Judá, Edom, Amón, Moab, y a todos los que viven en el desierto y se rapan las sienes. Todas las naciones son incircuncisas, pero el pueblo de Israel es incircunciso de corazón».
«Hijo de hombre, denuncia a los profetas de Israel que hacen vaticinios según sus propios delirios, y diles que escuchen la palabra del Señor.
Tu hermana mayor es Samaria, ubicada al norte de ti con sus aldeas. Tu hermana menor es Sodoma, ubicada al sur de ti con sus aldeas.
Tu hermana Sodoma y sus aldeas pecaron de soberbia, gula, apatía e indiferencia hacia el pobre y el indigente.
Oíd, israelitas, esta palabra que el Señor pronuncia contra vosotros, contra toda la familia que saqué de Egipto:
Ruge el león; ¿quién no temblará de miedo? Habla el Señor omnipotente; ¿quién no profetizará?
«Israelitas, ¿acaso vosotros no me sois como cusitas? ¿Acaso no saqué de Egipto a Israel, de Creta a los filisteos y de Quir a los sirios? —afirma el Señor—.
Entonces dije: «Escuchad, gobernantes de Jacob, autoridades del pueblo de Israel: ¿Acaso no os corresponde a vosotros conocer el derecho?
Así había dicho Isaías: «Si el Señor Todopoderoso no nos hubiera dejado descendientes, seríamos ya como Sodoma, nos pareceríamos a Gomorra».
Su viña es un retoño de Sodoma, y de los campos de Gomorra. Sus uvas están llenas de veneno; sus racimos, preñados de amargura.
Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, llamada en sentido figurado Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado su Señor.