»Cuando os hagan comparecer ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo vais a defenderos o qué vais a decir,
Hechos 24:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando el gobernador, con un gesto, le concedió la palabra, Pablo respondió: ―Sé que desde hace muchos años tú has sido juez de esta nación; así que de buena gana presento mi defensa. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Habiéndole hecho señal el gobernador a Pablo para que hablase, este respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres juez de esta nación, con buen ánimo haré mi defensa. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el gobernador le hizo una seña a Pablo para que hablara. Y Pablo dijo: «Yo sé, señor, que usted ha sido juez de asuntos judíos durante muchos años, por lo tanto, presento con gusto mi defensa ante usted. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el gobernador dio la palabra a Pablo, que contestó:
'Sé que has administrado esta nación durante muchos años, y esto me hace sentir muy confiado para exponer mi defensa. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando el gobernador le hizo señal para que tomara la palabra, Pablo respondió: Sabiendo que desde hace muchos años eres° juez para esta nación, con buen ánimo presentaré mi defensa, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Pablo, cuando el procurador, con el gesto, le concedió la palabra: 'Sabiendo que llevas muchos años de juez en esta nación, me siento animado a defender mi propia causa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habiéndole hecho señal el gobernador para que hablase, Pablo respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres juez de esta nación, de buen ánimo haré mi defensa. |
»Cuando os hagan comparecer ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo vais a defenderos o qué vais a decir,
―Hombre —replicó Jesús—, ¿quién me nombró a mí juez o árbitro entre vosotros?
Les dijo: «Había en cierto pueblo un juez que no tenía temor de Dios ni consideración por nadie.
Con la mano, Pedro les hizo señas de que se callaran, y les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. ―Contadle esto a Jacobo y a los hermanos —les dijo. Luego salió y se fue a otro lugar.
Pablo se puso en pie, hizo una señal con la mano y dijo: «Escuchadme, israelitas, y vosotros, los gentiles temerosos de Dios:
Pero, como se trata de cuestiones de palabras, de nombres y de vuestra ley, arregladlo entre vosotros. No quiero ser juez de tales cosas.
Los judíos empujaron a un tal Alejandro hacia adelante, y algunos de entre la multitud lo sacaron para que tomara la palabra. Él agitó la mano para pedir silencio y presentar su defensa ante el pueblo.
Con el permiso del comandante, Pablo se puso de pie en las gradas e hizo una señal con la mano a la multitud. Cuando todos guardaron silencio, les dijo en arameo:
Preparad también cabalgaduras para llevar a Pablo sano y salvo al gobernador Félix.
Entonces Agripa le dijo a Pablo: ―Tienes permiso para defenderte. Pablo hizo un ademán con la mano y comenzó así su defensa:
Más bien, honrad en vuestro corazón a Cristo como Señor. Estad siempre preparados para responder a todo el que os pida razón de la esperanza que hay en vosotros.
Si alguien peca contra otra persona, Dios le servirá de árbitro; pero, si peca contra el Señor, ¿quién podrá interceder por él?» No obstante, ellos no hicieron caso a la advertencia de su padre, pues la voluntad del Señor era quitarles la vida.