Porque así dice el Señor Todopoderoso, cuya gloria me envió contra las naciones que os saquearon: «La nación que toca a mi pueblo, toca la niña de mis ojos.
Hechos 22:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 “¿Quién eres, Señor?”, pregunté. “Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”, me contestó él. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues. Biblia Nueva Traducción Viviente »“¿Quién eres, señor?”, pregunté. »Y la voz contestó: “Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y él me dijo: 'Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues. La Biblia Textual 3a Edicion Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Me dijo: Yo soy Jesús el nazareno, a quién tú persigues. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo respondí: '¿Quién eres tú, Señor?'. Y me dijo: 'Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quién tú persigues. |
Porque así dice el Señor Todopoderoso, cuya gloria me envió contra las naciones que os saquearon: «La nación que toca a mi pueblo, toca la niña de mis ojos.
y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: «Será llamado nazareno».
El Rey les responderá: “Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, por mí lo hicisteis”.
Él les responderá: “Os aseguro que todo lo que no hicisteis por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicisteis por mí”.
―¡De ninguna manera, Señor! —replicó Pedro—. Jamás he comido nada impuro o inmundo.
Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
»Pues bien, yo mismo estaba convencido de que debía hacer todo lo posible por combatir el nombre de Jesús de Nazaret.
―No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!
Sabed, pues, todos vosotros y todo el pueblo de Israel que este hombre está aquí delante de vosotros, sano gracias al nombre de Jesucristo de Nazaret, crucificado por vosotros, pero resucitado por Dios.
Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés».
De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo.
pero el Señor le dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos.