También los habitantes de Judá, movidos por Dios, cumplieron unánimes la orden del rey y de los jefes, conforme a la palabra del Señor.
Hechos 2:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Biblia Nueva Traducción Viviente El día de Pentecostés, todos los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando llegó el día de Pentecostés,° estaban todos unánimes juntos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al llegar el día de Pentecostés estaban todos reunidos en el mismo lugar Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes en un mismo lugar. |
También los habitantes de Judá, movidos por Dios, cumplieron unánimes la orden del rey y de los jefes, conforme a la palabra del Señor.
Los trompetistas y los cantores alababan y daban gracias al Señor al son de trompetas, címbalos y otros instrumentos musicales. Y, cuando tocaron y cantaron al unísono: «El Señor es bueno; su gran amor perdura para siempre», una nube cubrió el templo del Señor.
»La fiesta de la cosecha la celebrarás cuando recojas las primicias de tus siembras. »La fiesta de recolección de fin de año la celebrarás cuando recojas tus cosechas.
»Celebra con las primicias la fiesta de las Semanas, y también la fiesta de la cosecha de fin de año.
Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos.
»Purificaré los labios de los pueblos para que todos invoquen el nombre del Señor y le sirvan de común acuerdo.
Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre vosotros, recibiréis poder y seréis mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,
Pablo había decidido pasar de largo Éfeso para no demorarse en la provincia de Asia, porque tenía prisa por llegar a Jerusalén para el día de Pentecostés, si fuera posible.
Cuando lo oyeron, alzaron unánimes la voz en oración a Dios: «Soberano Señor, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos,
Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.
Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.
Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón.
para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Pase lo que pase, comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo. De este modo, ya sea que vaya a veros o que, estando ausente, solo tenga noticias vuestras, sabré que seguís firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio
llenadme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento.