Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes.
Hechos 11:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Él te traerá un mensaje mediante el cual seréis salvos tú y toda tu familia”. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Él te dirá cómo tú y todos los de tu casa pueden ser salvos!”. Biblia Católica (Latinoamericana) El te dará un mensaje por el que te salvarás tú y toda tu familia'. La Biblia Textual 3a Edicion quien te hablará palabras por las cuales serás salvo tú y toda tu casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 él te dirá palabras en virtud de las cuales serás salvo tú y toda tu casa'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) el cual te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa. |
Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes.
Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido».
Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos,
Sus hijos dominarán el país; la descendencia de los justos será bendecida.
Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo!
Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos.
El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Y sé muy bien que su mandato es vida eterna. Así que todo lo que digo es lo que el Padre me ha ordenado decir».
Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengáis vida.
Entonces el padre se dio cuenta de que precisamente a esa hora Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Así que creyó él con toda su familia.
El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que os he hablado son espíritu y son vida.
―Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Él y toda su familia eran devotos y temerosos de Dios. Realizaba muchas obras de beneficencia para el pueblo de Israel y oraba a Dios constantemente.
Ellos le contestaron: ―Venimos de parte del centurión Cornelio, un hombre justo y temeroso de Dios, respetado por todo el pueblo judío. Un ángel de Dios le dio instrucciones de invitarte a su casa para escuchar lo que tú tienes que decirle.
De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados.
Él nos contó cómo en su casa se le había aparecido un ángel que le dijo: “Manda a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro.
Cuando fue bautizada con su familia, nos hizo la siguiente invitación: «Si vosotros me consideráis creyente en el Señor, venid a hospedaros en mi casa». Y nos persuadió.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia. También creyeron y fueron bautizados muchos de los corintios que oyeron a Pablo.
En efecto, la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.
Bueno, también bauticé a la familia de Estéfanas; fuera de estos, no recuerdo haber bautizado a ningún otro.