Luego el Señor lo llevó afuera y le dijo: ―Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia!
Génesis 49:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando Jacob terminó de dar estas instrucciones a sus hijos, volvió a acostarse, exhaló el último suspiro, y fue a reunirse con sus antepasados. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jacob terminó de dar este encargo a sus hijos, metió los pies en la cama, dio su último suspiro y se reunió con sus antepasados al morir. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Jacob hubo terminado de dar estas instrucciones a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró, y fue a reunirse con sus antepasados. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Jacob concluyó de dar instrucciones a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró.° Y fue reunido a su pueblo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando acabó Jacob de dar esta orden a sus hijos, recogió sus pies en la cama, expiró y se reunió con su pueblo. Exequias de Jacob Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Jacob acabó de dar órdenes a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y entregó el espíritu; y fue reunido con su pueblo. |
Luego el Señor lo llevó afuera y le dijo: ―Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia!
Ismael vivió ciento treinta y siete años. Al morir, fue a reunirse con sus antepasados.
y murió en buena vejez, después de haber vivido muchos años, y fue a reunirse con sus antepasados.
cuando se reunió con sus antepasados. Era ya muy anciano cuando murió, y lo sepultaron sus hijos Esaú y Jacob.
Jacob llamó a sus hijos y les dijo: «Reuníos, que voy a declararos lo que os va a suceder en el futuro:
Además, Jacob les dio estas instrucciones: «Ya estoy a punto de reunirme con los míos. Enterradme junto a mis antepasados, en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita.
Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás, rey de Israel, fue a verlo. Echándose sobre él, lloró y exclamó: ―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!
Después de esto, Eliseo murió y fue sepultado. Cada año, bandas de guerrilleros moabitas invadían el país.
El hombre, en cambio, muere y pierde su fuerza; exhala el último suspiro y deja de existir.
Sé muy bien que me harás bajar al sepulcro, a la morada final de todos los vivientes.
Llegarás al sepulcro anciano pero vigoroso, como las gavillas que se recogen a tiempo.
Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.
«Según tu palabra, Soberano Señor, ya puedes despedir a tu siervo en paz.
Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales.
a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo. Os habéis acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección;