Vivirás en la región de Gosén, cerca de mí, con tus hijos y tus nietos, y con tus ovejas, y vacas y todas tus posesiones.
Génesis 47:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 José también proveyó de alimentos a su padre y a sus hermanos, y a todos sus familiares, según las necesidades de cada uno. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, según el número de los hijos. Biblia Nueva Traducción Viviente Y José proveyó alimentos a su padre y a sus hermanos en cantidades proporcionadas al número de familiares, incluidos los niños más pequeños. Biblia Católica (Latinoamericana) Y José proveyó de lo necesario para vivir a su padre, a sus hermanos y a toda la familia de su padre, teniendo en cuenta el número de sus dependientes. La Biblia Textual 3a Edicion Y abastecía José a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, incluidos los pequeños, Biblia Serafín de Ausejo 1975 José proveyó de alimentos a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de familias. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, de pan, según el número de la familia. |
Vivirás en la región de Gosén, cerca de mí, con tus hijos y tus nietos, y con tus ovejas, y vacas y todas tus posesiones.
Yo os proveeré alimento allí, porque aún quedan cinco años más de hambre. De lo contrario, tú y tu familia, y todo lo que te pertenece, caeréis en la miseria’ ”.
Por eso Dios me envió delante de vosotros: para salvaros la vida de manera extraordinaria y de ese modo aseguraros descendencia sobre la tierra.
José fue a informar al faraón, y le dijo: ―Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán con sus ovejas y sus vacas y todas sus pertenencias. Ya se encuentran en la región de Gosén.
Cuando llegue la cosecha, deberéis entregarle al faraón la quinta parte de lo cosechado. Las otras cuatro partes serán para la siembra de los campos, y para alimentaros a vosotros, a vuestros hijos y a vuestros familiares.
Así que, ¡no tengáis miedo! Yo cuidaré de vosotros y de vuestros hijos. Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.
»Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.
De él penderá toda la gloria de su familia: sus descendientes y sus vástagos, y toda la vajilla pequeña, desde los cántaros hasta las tazas.
Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con vosotros, os tratamos con delicadeza. Como una madre que amamanta y cuida a sus hijos,
pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no solo para la vida presente, sino también para la venidera.
Pero, si una viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a cumplir sus obligaciones con su propia familia y correspondan así a sus padres y abuelos, porque eso agrada a Dios.
El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
Este niño renovará tu vida y te sustentará en la vejez, porque lo ha dado a luz tu nuera, que te ama y es para ti mejor que siete hijos».