»Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición.
Génesis 39:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Por causa de José, el Señor bendijo la casa del egipcio Potifar a partir del momento en que puso a José a cargo de su casa y de todos sus bienes. La bendición del Señor se extendió sobre todo lo que tenía el egipcio, tanto en la casa como en el campo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Biblia Nueva Traducción Viviente Desde el día en que José quedó encargado de la casa y de las propiedades de su amo, el Señor comenzó a bendecir la casa de Potifar por causa de José. Todos los asuntos de la casa marchaban bien, y las cosechas y los animales prosperaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Desde ese momento, Yavé bendijo la casa del egipcio, en consideración a José. Dio prosperidad tanto a la casa como al campo. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que, desde que lo puso a cargo de su casa y de todo lo que tenía, YHVH bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de YHVH estaba sobre todo lo que tenía, así en la casa como en el campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Desde que Putifar lo nombró mayordomo de su casa y de cuanto poseía, Yahveh bendijo, por consideración a José, la casa del egipcio. La bendición de Yahveh se extendía a todas sus posesiones, tanto en la casa como en el campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que, desde cuando le dio el encargo de su casa, y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José; y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. |
»Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición.
Así arrasó Dios las ciudades de la llanura, pero se acordó de Abraham y sacó a Lot de en medio de la catástrofe que destruyó las ciudades en que había habitado.
Pero Labán le contestó: ―Por favor, quédate. He sabido por adivinación que, gracias a ti, el Señor me ha bendecido.
Has hecho de él manantial de bendiciones; tu presencia lo ha llenado de alegría.
Que su nombre perdure para siempre; que su fama permanezca como el sol. Que en su nombre las naciones se bendigan unas a otras; que todas ellas lo llamen dichoso.
y me dijo: “No tengas miedo, Pablo. Tienes que comparecer ante el emperador; y Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo”.
Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.