Pero Abram le respondió: ―Señor y Dios, ¿para qué vas a darme algo, si aún sigo sin tener hijos, y el heredero de mis bienes será Eliezer de Damasco?
Génesis 39:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 José se ganó la confianza de Potifar, y este lo nombró mayordomo de toda su casa y le confió la administración de todos sus bienes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Biblia Nueva Traducción Viviente Eso agradó a Potifar, quien pronto nombró a José su asistente personal. Lo puso a cargo de toda su casa y de todas sus posesiones. Biblia Católica (Latinoamericana) José le cayó en gracia a su amo, quien lo retuvo junto a él, lo hizo mayordomo de su casa y le confió todo cuanto tenía. La Biblia Textual 3a Edicion Y José halló gracia ante sus ojos, y le servía. Y él lo puso a cargo de su casa, y entregó en su mano todo lo que tenía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 José se ganó el favor de su señor y quedó a su servicio. Su señor le nombró mayordomo de su casa y le confió cuanto poseía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así José halló gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía. |
Pero Abram le respondió: ―Señor y Dios, ¿para qué vas a darme algo, si aún sigo sin tener hijos, y el heredero de mis bienes será Eliezer de Damasco?
dijo: ―Mi señor, si este tu siervo cuenta con tu favor, te ruego que no pases de largo.
Tú has visto con buenos ojos a este siervo tuyo, y tu lealtad ha sido grande al salvarme la vida. Pero yo no puedo escaparme a las montañas, no sea que la destrucción me alcance y pierda yo la vida.
Un día, Abraham le dijo al criado más antiguo de su casa, que era quien le administraba todos sus bienes: ―Pon tu mano debajo de mi muslo,
y que ahora tiene vacas, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Te manda este mensaje, con la esperanza de ganarse tu favor».
―No, por favor —insistió Jacob—; si me he ganado tu confianza, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!
―¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? —preguntó Esaú. ―Intentaba con ellas ganarme tu confianza —contestó Jacob.
Pero José no quiso saber nada, sino que le contestó: ―Mira, señora: mi patrón ya no tiene que preocuparse de nada en la casa, porque todo me lo ha confiado a mí.
Pero conspiró contra él Zimri, uno de sus funcionarios, que tenía el mando de la mitad de sus carros de combate. Estaba Elá en Tirsá, emborrachándose en la casa de Arsá, administrador de su palacio.
La joven agradó a Jegay y se ganó su simpatía. Por eso él se apresuró a darle el tratamiento de belleza y los alimentos especiales. Le asignó las siete doncellas más distinguidas del palacio y la trasladó con sus doncellas al mejor lugar del harén.
El rey favorece al siervo inteligente, pero descarga su ira sobre el sinvergüenza.
Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia.
El siervo sabio gobernará al hijo sinvergüenza, y compartirá la herencia con los otros hermanos.
¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un don nadie.
El que cuida de la higuera comerá de sus higos, y el que vela por su amo recibirá honores.
Cuidad de vosotros mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo os ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre.
―Es una joven moabita que volvió de la tierra de Moab con Noemí —le contestó el capataz—.
Luego Saúl le mandó este mensaje a Isaí: «Permite que David se quede a mi servicio, pues me ha causado muy buena impresión».
Por su parte, el niño Samuel seguía creciendo y ganándose el aprecio del Señor y de la gente.