No sabiendo que era su nuera, se acercó a la orilla del camino y le dijo: ―Deja que me acueste contigo. ―¿Qué me das si te digo que sí? —le preguntó ella.
Génesis 38:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño —respondió Judá. ―Está bien —respondió ella—, pero déjame algo en garantía hasta que me lo mandes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes. Biblia Nueva Traducción Viviente —Te enviaré un cabrito de mi rebaño —prometió Judá. —¿Pero qué me darás como garantía de que enviarás el cabrito? —preguntó ella. Biblia Católica (Latinoamericana) El le dijo: 'Te enviaré un cabrito de mi rebaño. Mas ella respondió: 'Bien, pero me vas a dejar algo en prenda hasta que lo envíes. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: Yo mismo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me das alguna prenda hasta que lo envíes? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió él: 'Te enviaré un cabrito de mi rebaño'. Replicó ella. 'Está bien, pero a condición de que me des una prenda hasta que lo envíes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él respondió: Yo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me darás una prenda hasta que lo envíes? |
No sabiendo que era su nuera, se acercó a la orilla del camino y le dijo: ―Deja que me acueste contigo. ―¿Qué me das si te digo que sí? —le preguntó ella.
―¿Qué prenda quieres que te deje? —preguntó Judá. ―Dame tu sello y tu cordón, y el bastón que llevas en la mano —respondió Tamar. Judá se los entregó, se acostó con ella y la dejó embarazada.
Más tarde, Judá envió el cabrito por medio de su amigo adulanita, para recuperar las prendas que había dejado con la mujer; pero su amigo no dio con ella.
Toma la prenda del que salga fiador de un extraño; retenla en garantía si la da en favor de desconocidos.
A todas las prostitutas se les paga; tú, en cambio, les pagas a tus amantes. Los sobornas para que vengan de todas partes a acostarse contigo.
»Pues bien, el patrón elogió al administrador de riquezas mundanas por haber actuado con astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz.
Pasado algún tiempo, durante la cosecha de trigo, Sansón tomó un cabrito y fue a visitar a su esposa. ―Voy a la habitación de mi esposa —dijo él. Pero el padre de ella no le permitió entrar,