Génesis 33:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero Jacob se disculpó: ―Mi hermano y señor debe saber que los niños son todavía muy débiles, y que las ovejas y las vacas acaban de tener cría, y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado, en un solo día se me puede morir todo el rebaño. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jacob respondió: —Tú mismo puedes ver, mi señor, que algunos de los niños son muy pequeños, y los rebaños y las manadas también tienen sus crías. Si se les hace caminar mucho, aunque fuera un solo día, todos los animales podrían morir. Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob le dijo: 'Mi señor sabe bien que los niños son delicados, y tengo ovejas y vacas paridas, que si las hago andar muy apuradas, en un solo día todo el ganado menor morirá. La Biblia Textual 3a Edicion Pero le dijo: Mi señor sabe que los niños son delicados y que tengo ovejas y vacas que están criando, y si las fatigan, en un día podría morir todo el rebaño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contestó Jacob: 'Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo conmigo ovejas y vacas de cría. Si se les apremia, aunque sólo sea un día, morirá todo el ganado pequeño. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo rebaños y vacas paridas; y si los fatigan, en un día morirán todos los rebaños. |
Es mejor que mi señor se adelante a su siervo, que yo seguiré al paso de la manada y de los niños, hasta que nos encontremos en Seír.
«Mi hijo Salomón —pensaba David— es muy joven e inexperto, y el templo que hay que construir para el Señor debe ser el más grande y famoso de toda la tierra; por eso se lo dejaré todo listo». Así que, antes de morir, David lo dejó todo listo.
y lo quitó de andar arreando los rebaños para que fuera el pastor de Jacob, su pueblo; el pastor de Israel, su herencia.
El justo atiende a las necesidades de su bestia, pero el malvado es de malas entrañas.
Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas.
Así lo hicieron. Tomaron dos vacas con cría y las ataron a la carreta, pero encerraron los becerros en el establo.