Y le propuso: ―Fija tú mismo el salario que quieras ganar, y yo te lo pagaré.
Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.
Dime cuánto te debo. Sea lo que fuere, yo te lo pagaré.
Y agregó: 'Dime cuánto te debo y te lo pagaré.
Y añadió: Señálame tu salario, y te lo daré.
Y añadió: 'Fíjame tu salario, y yo te lo daré'.
Y dijo: Señálame tu salario, que yo lo daré.
cuando este le dijo: ―Por más que seas mi pariente, no vas a trabajar para mí gratis. Dime cuánto quieres ganar.
Labán le contestó: ―Es mejor que te la entregue a ti, y no a un extraño. Quédate conmigo.
De los veinte años que estuve en tu casa, catorce te serví por tus dos hijas, y seis por tu ganado, y muchas veces me cambiaste el salario.
No obstante, él me ha engañado y me ha cambiado el salario muchas veces. Pero Dios no le ha permitido causarme ningún daño.