Durante los días de la cosecha de trigo, Rubén salió al campo. Allí encontró unas frutas llamadas mandrágoras, y se las llevó a Lea, su madre. Entonces Raquel le dijo a Lea: ―Por favor, dame algunas mandrágoras de las que te trajo tu hijo.
Génesis 30:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Al anochecer, cuando Jacob volvía del campo, Lea salió a su encuentro y le dijo: ―Hoy te acostarás conmigo, porque te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo. Y Jacob durmió con ella esa noche. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, al atardecer, cuando Jacob regresaba de los campos, Lea salió a su encuentro. «¡Debes venir a dormir conmigo esta noche! —le dijo ella—. Pagué por ti con algunas mandrágoras que encontró mi hijo». Por lo tanto, esa noche él durmió con Lea; Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando por la tarde llegaba Jacob del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: 'Esta noche dormirás conmigo, pues te he alquilado por unas manzanas de mi hijo. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando Jacob volvía del campo por la tarde, Lea le salió al encuentro, diciendo: Llégate a mí, porque te he alquilado formalmente por unas mandrágoras de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Jacob regresaba del campo al atardecer, le salió al encuentro Lía, y le dijo: 'Esta noche dormirás conmigo, pues he comprado el derecho a tenerte a cambio de las mandrágoras de mi hijo'. Y Jacob durmió con ella aquella noche. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: A mí has de entrar, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche. |
Durante los días de la cosecha de trigo, Rubén salió al campo. Allí encontró unas frutas llamadas mandrágoras, y se las llevó a Lea, su madre. Entonces Raquel le dijo a Lea: ―Por favor, dame algunas mandrágoras de las que te trajo tu hijo.
Pero Lea le contestó: ―¿Te parece poco el haberme quitado a mi marido, que ahora quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo? ―Bueno —contestó Raquel—, te propongo que, a cambio de las mandrágoras de tu hijo, Jacob duerma contigo esta noche.
Dios escuchó a Lea, y ella quedó embarazada y le dio a Jacob un quinto hijo.