Entonces Jacob les dijo: ―Todavía estamos en pleno día, y es muy temprano para encerrar el rebaño. ¿Por qué no les dais de beber a las ovejas y las lleváis a pastar?
Génesis 29:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Jacob siguió preguntando: ―¿Se encuentra bien de salud? ―Sí, está bien —le contestaron—. A propósito, ahí viene su hija Raquel con las ovejas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y él les dijo: ¿Está bien? Y ellos dijeron: Bien, y he aquí Raquel su hija viene con las ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Y él está bien? —preguntó Jacob. —Sí, está bien —contestaron—. Mire, ahí viene su hija Raquel con los rebaños. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Está bien?, preguntó aún. Contestaron: 'Sí, muy bien. Mira, justamente allí viene su hija Raquel con las ovejas. La Biblia Textual 3a Edicion Y les dijo: ¿Está en paz? Y ellos dijeron: En paz, y he aquí su hija Raquel viene con el rebaño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les dijo él: '¿Goza de buena salud?'. Contestaron ellos: 'Sí, está bien; mira, ahí viene Raquel, su hija, con el rebaño'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él les dijo: ¿Tiene paz? Y ellos dijeron: Paz; y he aquí Raquel su hija viene con el ganado. |
Entonces Jacob les dijo: ―Todavía estamos en pleno día, y es muy temprano para encerrar el rebaño. ¿Por qué no les dais de beber a las ovejas y las lleváis a pastar?
Israel continuó: ―Vete a ver si tus hermanos y el rebaño están bien, y tráeme noticias frescas. Y lo envió desde el valle de Hebrón. Cuando José llegó a Siquén,
José les preguntó cómo estaban, y añadió: ―¿Cómo está vuestro padre, el anciano del cual me hablasteis? ¿Vive todavía?
Con la mano derecha, Joab tomó a Amasá por la barba para besarlo, mientras le preguntaba: «¿Cómo estás, hermano?»
Moisés salió al encuentro de su suegro, se inclinó delante de él y lo besó. Después de intercambiar saludos y desearse lo mejor, entraron en la tienda de campaña.
El sacerdote de Madián tenía siete hijas, las cuales solían ir a sacar agua para llenar los abrevaderos y dar de beber a las ovejas de su padre.
David, por su parte, dejó su carga al cuidado del encargado de las provisiones, y corrió a las filas para saludar a sus hermanos.
Envió entonces diez de sus hombres con este encargo: «Id a Carmel para llevarle a Nabal un saludo de mi parte.