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Génesis 26:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Entonces mandó llamar a Isaac y le dijo: ―¡Conque ella es tu esposa! ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ―Yo pensé que por causa de ella podrían matarme —contestó Isaac.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Al instante, Abimelec mandó llamar a Isaac y exclamó: —¡Es evidente que ella es tu esposa! ¿Por qué dijiste: “Es mi hermana”? —Porque tuve temor de que alguien me matara para quitármela —contestó Isaac.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Abimelec mandó llamar a Isaac y le dijo: '¡No puedes negar que es tu mujer! ¿Por qué has declarado que es tu hermana?' Isaac le contestó: 'Es que pensé que por causa de ella me podrían matar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y llamando Abimelec a Isaac, le dijo: Mira, ciertamente ella es tu mujer. ¿Cómo pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque me dije: No sea que yo muera por su causa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llamó Abimélec a Isaac, y le dijo: 'Seguramente que es tu esposa. ¿Por qué, entonces decías: 'Es mi hermana'?'. Isaac: respondió: 'Porque me dije: 'Tal vez me maten por causa de ella''.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu esposa; ¿cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

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Lòt tradiksyon



Génesis 26:9
5 Referans Kwoze  

Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa?


―¿Por qué nos hiciste esto? —replicó Abimélec—. Alguno de nosotros podría haberse acostado con tu esposa, ¡y tú nos habrías hecho a todos culpables de ese pecado!


Algún tiempo después, mientras Abimélec, el rey de los filisteos, miraba por una ventana, vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca.


―¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre vosotros, y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre”?


Entonces Pedro volvió en sí y se dijo: «Ahora estoy completamente seguro de que el Señor ha enviado a su ángel para librarme del poder de Herodes y de todo lo que el pueblo judío esperaba».