La transacción se hizo en presencia de los hititas y de los que pasaban por la puerta de su ciudad.
Génesis 23:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Luego Abraham sepultó a su esposa Sara en la cueva del campo de Macpela que está cerca de Mamré, es decir, en Hebrón, en la tierra de Canaán. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán. Biblia Nueva Traducción Viviente Después Abraham enterró a su esposa, Sara, allí en Canaán, en la cueva de Macpela, cerca de Mamre (también llamado Hebrón). Biblia Católica (Latinoamericana) Después Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en Canaán. La Biblia Textual 3a Edicion Después de esto, sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva del campo de la Makpelah, frente a Mamre, que es Hebrón, en tierra de Canaán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpelá, frente a Mamré, que es Hebrón, en tierra de Canaán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y después de esto sepultó Abraham a Sara su esposa en la cueva de la heredad de Macpela enfrente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán. |
La transacción se hizo en presencia de los hititas y de los que pasaban por la puerta de su ciudad.
De esta manera, el campo y la cueva que estaba en él dejaron de ser de los hititas y pasaron a ser propiedad de Abraham para sepultura.
Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás».
Israel continuó: ―Vete a ver si tus hermanos y el rebaño están bien, y tráeme noticias frescas. Y lo envió desde el valle de Hebrón. Cuando José llegó a Siquén,
Cuando vaya a descansar junto a mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en el sepulcro de ellos. ―Haré lo que me pides —contestó José.
lo llevaron a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva que está en el campo de Macpela, frente a Mamré, en el mismo campo que Abraham le había comprado a Efrón el hitita para sepultura de la familia.
Entonces José hizo que sus hijos le prestaran juramento. Les dijo: «Sin duda Dios vendrá a ayudaros. Cuando esto ocurra, vosotros deberéis llevaros de aquí mis huesos».
Sé muy bien que me harás bajar al sepulcro, a la morada final de todos los vivientes.
Sobrevendrá el temor por las alturas y por los peligros del camino. Florecerá el almendro, la langosta resultará onerosa, y no servirá de nada la alcaparra, pues el hombre se encamina al hogar eterno y rondan ya en la calle los que lloran su muerte.
Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.
Si un hombre tiene cien hijos y vive muchos años, no importa cuánto viva, si no se ha saciado de las cosas buenas ni llega a recibir sepultura, yo digo que un abortivo vale más que él.