De allí se dirigió a la región montañosa que está al este de Betel, donde armó su campamento, teniendo a Betel al oeste y Hai al este. También en ese lugar erigió un altar al Señor e invocó su nombre.
Génesis 21:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Abraham plantó un tamarisco en Berseba, y en ese lugar invocó el nombre del Señor, el Dios eterno. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Abraham plantó un tamarisco en Beerseba, y allí adoró al Señor, Dios Eterno. Biblia Católica (Latinoamericana) Abrahán plantó un árbol de tamarindo en Bersebá y allí invocó el nombre de Yavé, Dios Eterno. La Biblia Textual 3a Edicion Y plantó un tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de YHVH ’El- Olam.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después plantó Abrahán un tamarisco en Berseba e invocó allí el nombre de Yahveh, Dios eterno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y plantó Abraham un bosque en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová, el Dios eterno. |
De allí se dirigió a la región montañosa que está al este de Betel, donde armó su campamento, teniendo a Betel al oeste y Hai al este. También en ese lugar erigió un altar al Señor e invocó su nombre.
Después de haber hecho el pacto en Berseba, Abimélec y Ficol, el jefe de su ejército, volvieron al país de los filisteos.
Allí Isaac construyó un altar e invocó el nombre del Señor. Acampó en ese lugar, y sus siervos cavaron un pozo.
Isaac llamó a ese pozo Juramento. Por eso la ciudad se llama Berseba hasta el día de hoy.
También Set tuvo un hijo, a quien llamó Enós. Desde entonces se comenzó a invocar el nombre del Señor.
Desde antes que nacieran los montes y que crearas la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios.
Desde el principio se estableció tu trono, y tú desde siempre has existido.
¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable.
Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.
Pero el Señor es el Dios verdadero, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra; las naciones no pueden soportar su ira.
Y caerán para no levantarse jamás los que juran por la culpa de Samaria, los que dicen: “¡Por la vida de tu dios, oh Dan! ¡Por la vida de tu dios, Berseba!”»
¡Tú, Señor, existes desde la eternidad! ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal! Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia; tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.
Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.
»No levantarás ninguna imagen de la diosa Aserá junto al altar que edifiques para el Señor tu Dios;
Levanto la mano al cielo y declaro: Tan seguro como que vivo para siempre,
El Dios eterno es tu refugio; por siempre te sostiene entre sus brazos. Expulsará de tu presencia al enemigo y te ordenará que lo destruyas.
Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Los israelitas hicieron lo que ofende al Señor; se olvidaron del Señor su Dios, y adoraron a las imágenes de Baal y de Aserá.