los patruseos, los caslujitas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.
Génesis 21:32 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Después de haber hecho el pacto en Berseba, Abimélec y Ficol, el jefe de su ejército, volvieron al país de los filisteos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de haber hecho el pacto en Beerseba, Abimelec partió junto con Ficol, el comandante de su ejército, y los dos regresaron a su hogar, en tierra de los filisteos. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de haber hecho el pacto en Bersebá, Abimelec y Ficol, general de sus tropas, volvieron al país de los filisteos. La Biblia Textual 3a Edicion Pactaron, pues, en Beer-seba, y levantándose Abimelec y Ficol, capitán de su ejército, regresaron a tierra de los filisteos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hicieron, pues, una alianza en Berseba. Se levantaron Abimélec y Picol, jefe de su ejército, y regresaron a la tierra de los filisteos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así hicieron alianza en Beerseba: y se levantó Abimelec con Ficol, el capitán de su ejército, y se regresaron a la tierra de los filisteos. |
los patruseos, los caslujitas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.
Uno de los que habían escapado le informó de todo esto a Abram el hebreo, que estaba acampando junto al encinar de Mamré el amorreo. Mamré era hermano de Escol y de Aner, y estos eran aliados de Abram.
Entonces Abraham llevó ovejas y vacas, y se las dio a Abimélec, y los dos hicieron un pacto.
Por eso a aquel lugar le dieron el nombre de Berseba, porque allí los dos hicieron un juramento.
Abraham plantó un tamarisco en Berseba, y en ese lugar invocó el nombre del Señor, el Dios eterno.
Esto causó que los filisteos comenzaran a tenerle envidia, pues llegó a tener muchas ovejas, vacas y siervos.
Algún tiempo después, mientras Abimélec, el rey de los filisteos, miraba por una ventana, vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca.
¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea nuestro juez! Entonces Jacob juró por el Dios a quien temía su padre Isaac.
Cuando el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los llevó por el camino que atraviesa la tierra de los filisteos, que era el más corto, pues pensó: «Si se les presentara batalla, podrían cambiar de idea y regresar a Egipto».
Una vez más los israelitas hicieron lo que ofende al Señor. Por eso él los entregó en manos de los filisteos durante cuarenta años.