Esta es la historia de Téraj, el padre de Abram, Najor y Jarán. Jarán fue el padre de Lot,
Génesis 12:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Abram partió, tal como el Señor le había ordenado, y Lot se fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Jarán. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Abram partió como el Señor le había ordenado, y Lot fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. Biblia Católica (Latinoamericana) Partió Abram, tal como se lo había dicho Yavé, y Lot se fue también con él.
Abram tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de Jarán. La Biblia Textual 3a Edicion Se fue entonces Abram como YHVH le había hablado, y Lot fue con él. Y era Abram de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió Abrán, tal le había ordenado Yahveh, y Lot se fue con él. Tenía Abrán setenta y cinco años cuando salió de Jarán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se fue Abram, como Jehová le había dicho; y se fue con él Lot. Y Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. |
Esta es la historia de Téraj, el padre de Abram, Najor y Jarán. Jarán fue el padre de Lot,
Téraj salió de Ur de los caldeos rumbo a Canaán. Se fue con su hijo Abram, su nieto Lot y su nuera Saray, la esposa de Abram. Sin embargo, al llegar a la ciudad de Jarán, se quedaron a vivir en aquel lugar,
También Lot, que iba acompañando a Abram, tenía rebaños, ganado y tiendas de campaña.
Entonces ella tomó a Agar, la esclava egipcia, y se la entregó a Abram como mujer. Esto ocurrió cuando ya hacía diez años que Abram vivía en Canaán.
»Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Desde allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra en la que vosotros vivís ahora.
Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir al lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.
Y así, después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que Dios le había prometido.