A continuación, Salomón se puso delante del altar del Señor y, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos hacia el cielo
Éxodo 9:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―En cuanto yo salga de la ciudad —le contestó Moisés—, elevaré mis manos en oración al Señor, y cesarán los truenos y dejará de granizar. Así sabrás que la tierra es del Señor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y le respondió Moisés: Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente —Muy bien —respondió Moisés—. En cuanto salga de la ciudad, levantaré mis manos y oraré al Señor. Entonces los truenos y el granizo cesarán, y sabrás que la tierra pertenece al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés le respondió: 'En cuanto salga de tu presencia extenderé mis manos hacia Yavé, y cesarán los truenos y no caerá más granizo; con eso comprenderás que Yavé es dueño de la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Díjole Moisés: Cuando salga de la ciudad extenderé mis manos a YHVH, y los truenos cesarán y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es de YHVH, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Moisés: 'Cuando salga de la ciudad extenderé mis manos a Yahveh, cesarán los truenos, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le respondió Moisés: Al salir yo de la ciudad extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra. |
A continuación, Salomón se puso delante del altar del Señor y, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos hacia el cielo
si luego cualquier israelita, consciente de su propia culpa, extiende sus manos hacia este templo, y ora y te suplica,
A la hora del sacrificio me recobré de mi abatimiento y, con la túnica y el manto rasgados, caí de rodillas, extendí mis manos hacia el Señor mi Dios,
El Señor hace todo lo que quiere en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos sus abismos.
Hacia ti extiendo las manos; me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah
Si yo tuviera hambre, no te lo diría, pues mío es el mundo, y todo lo que contiene.
Si ahora vosotros me sois del todo obedientes, y cumplís mi pacto, seréis mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece,
Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo.
Cuando eso suceda, la única región donde no habrá tábanos será la de Gosén, porque allí vive mi pueblo. Así sabrás que yo, el Señor, estoy en este país.
Aarón extendió su brazo sobre las aguas de Egipto, y las ranas llegaron a cubrir todo el país.
Tan pronto como Moisés dejó al faraón y salió de la ciudad, elevó sus manos en oración al Señor y, en seguida, cesaron los truenos y dejó de granizar y de llover sobre la tierra.
Cuando levantáis vuestras manos, yo aparto de vosotros mis ojos; aunque multipliquéis vuestras oraciones, no las escucharé, pues tenéis las manos llenas de sangre.
Ahora bien, si alguien os dice: «Esto ha sido ofrecido en sacrificio a los ídolos», entonces no lo comáis, por consideración al que se lo mencionó, y por motivos de conciencia.
»Al Señor tu Dios le pertenecen los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella.