»Señor Todopoderoso, Dios de Israel, tú le has revelado a tu siervo el propósito de establecerle una dinastía, y por eso tu siervo se ha atrevido a hacerte esta súplica.
Éxodo 35:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 y todos los que en su interior se sintieron movidos a hacerlo llevaron una ofrenda al Señor para las obras en la Tienda de reunión, para todo su servicio, y para las vestiduras sagradas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos aquellos con el corazón motivado y el espíritu conmovido regresaron con ofrendas sagradas al Señor. Trajeron todos los materiales que se necesitaban para levantar el tabernáculo, para realizar las ceremonias y para confeccionar las vestiduras sagradas. Biblia Católica (Latinoamericana) todos aquellos a quienes su corazón movía, hombres de corazón generoso, vinieron a dejar su ofrenda para Yavé, para la construcción de la Tienda de las Citas, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo aquel a quien su corazón impulsaba, y todo aquel a quien movía su espíritu, iba llevando la ofrenda a YHVH para la obra de la Tienda de Reunión, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se acercaron luego todos aquellos a quienes impulsaba su corazón, los generosos de espíritu, y ofrecieron dones a Yahveh para la obra de la tienda del encuentro, para su servicio y para las vestiduras sagradas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de la congregación, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. |
»Señor Todopoderoso, Dios de Israel, tú le has revelado a tu siervo el propósito de establecerle una dinastía, y por eso tu siervo se ha atrevido a hacerte esta súplica.
Puesto de pie, el rey David dijo: «Hermanos de mi pueblo, escuchadme. Yo tenía el propósito de construir un templo para que en él reposara el arca del pacto del Señor nuestro Dios y sirviera como estrado de sus pies. Ya tenía todo listo para construirlo
»Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con buena disposición, pues el Señor escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre.
»Pero ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.
Además, aparte de lo que ya he conseguido, por amor al templo de mi Dios entrego para su templo todo el oro y la plata que poseo:
Los que tenían piedras preciosas las entregaron a Jehiel el guersonita para el tesoro del templo del Señor.
El pueblo estaba muy contento de poder dar voluntariamente sus ofrendas al Señor, y también el rey David se sentía muy feliz.
Cuando llegaron al templo del Señor en Jerusalén, algunos jefes de familia dieron donativos para que se reconstruyera el templo de Dios en el mismo sitio.
«Bendito sea el Señor, Dios de nuestros antepasados, que puso en el corazón del rey el propósito de honrar el templo del Señor en Jerusalén.
Tus tropas estarán dispuestas el día de la batalla, ordenadas en santa majestad. De las entrañas de la aurora recibirás el rocío de tu juventud.
«Ordena a los israelitas que me traigan una ofrenda. La deben presentar todos los que sientan deseos de traérmela.
Así mismo, todos los que se sintieron movidos a hacerlo, tanto hombres como mujeres, llevaron como ofrenda toda clase de joyas de oro: broches, pendientes, anillos y otros adornos de oro. Todos ellos presentaron su oro como ofrenda mecida al Señor,
Otras, que conocían bien el oficio y se sintieron movidas a hacerlo, torcieron hilo de pelo de cabra.
Todos los israelitas que se sintieron movidos a hacerlo, lo mismo hombres que mujeres, presentaron al Señor ofrendas voluntarias para toda la obra que el Señor, por medio de Moisés, les había mandado hacer.
Tomad de entre vuestras pertenencias una ofrenda para el Señor. Todo el que se sienta movido a hacerlo, presente al Señor una ofrenda de oro, plata y bronce;
Moisés llamó a Bezalel y a Aholiab, y a todos los que tenían el mismo espíritu artístico, y a quienes el Señor había dado pericia y habilidad y se sentían movidos a venir y hacer el trabajo,
Por encima de todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.
De entre ellos surgirá su líder; uno de ellos será su gobernante. Lo acercaré hacia mí, y él estará a mi lado, pues ¿quién arriesgaría su vida por acercarse a mí? —afirma el Señor—.
Camada de víboras, ¿cómo podéis vosotros que sois malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca.
Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.
»¡Despierta, despierta, Débora! ¡Despierta, despierta, y entona una canción! ¡Levántate, Barac! Lleva cautivos a tus prisioneros, oh hijo de Abinoán.
»¡Oíd, reyes! ¡Escuchad, gobernantes! Yo cantaré, cantaré al Señor; tocaré música al Señor, el Dios de Israel.
Mi corazón está con los príncipes de Israel, con los voluntarios del pueblo. ¡Bendito sea el Señor!