Jacob llamó a ese lugar Penuel, porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida».
Éxodo 33:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. Biblia Nueva Traducción Viviente Dentro de la carpa de reunión, el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como cuando alguien habla con un amigo. Después, Moisés regresaba al campamento, mientras que su asistente, el joven Josué, hijo de Nun, permanecía en la carpa de reunión. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé hablaba con Moisés, cara a cara, como habla un hombre con su prójimo. Después Moisés volvía al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se alejaba de la Tienda. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre suele hablar con su amigo. Luego volvía al campamento, pero el joven Josué ben Nun nunca se apartaba de en medio de la Tienda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh hablaba a Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Después Moisés volvía al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba del interior de la tienda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová hablaba a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; mas el joven Josué, su criado, hijo de Nun, no se apartaba de en medio del tabernáculo. |
Jacob llamó a ese lugar Penuel, porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida».
¿No fuiste tú, Dios nuestro, quien a los ojos de tu pueblo Israel expulsó a los habitantes de esta tierra? ¿Y no fuiste tú quien les dio para siempre esta tierra a los descendientes de tu amigo Abraham?
para que interceda ante Dios en favor mío, como quien apela por su amigo.
Entonces Moisés le ordenó a Josué: «Escoge algunos de nuestros hombres y sal a combatir a los amalecitas. Mañana yo estaré en la cima de la colina con la vara de Dios en la mano».
Cuando Josué oyó el ruido y los gritos del pueblo, le dijo a Moisés: ―Se oyen en el campamento gritos de guerra.
Cuando los israelitas veían que la columna de nube se detenía a la entrada de la Tienda de reunión, todos ellos se inclinaban a la entrada de su tienda y adoraban al Señor.
En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube descendía y tapaba la entrada, mientras el Señor hablaba con Moisés.
»Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos.
Josué hijo de Nun, siervo de Moisés desde su juventud, exclamó: ―¡Moisés, señor mío, detenlos!
Pero esto no ocurre así con mi siervo Moisés, porque en toda mi casa él es mi hombre de confianza.
Con él hablo cara a cara, claramente y sin enigmas. Él contempla la imagen del Señor. ¿Cómo os atrevéis a murmurar contra mi siervo Moisés?»
Dicho esto, añadió: ―Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo.
El que tiene a la novia es el novio. Pero el amigo del novio, que está a su lado y lo escucha, se llena de alegría cuando oye la voz del novio. Esa es la alegría que me inunda.
El Señor le dijo a Moisés: «Ya se acerca el día de tu muerte. Llama a Josué, y preséntate con él en la Tienda de reunión para que reciba mis órdenes». Fue así como Moisés y Josué se presentaron allí.
Desde entonces no volvió a surgir en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor tenía trato directo.
Así se cumplió la Escritura que dice: «Creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios.