Éxodo 29:36 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Para hacer expiación, cada día ofrecerás un novillo como ofrenda por el pecado. Purificarás el altar haciendo expiación por él y ungiéndolo para consagrarlo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cada día ofrecerás el becerro del sacrificio por el pecado, para las expiaciones; y purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para santificarlo. Biblia Nueva Traducción Viviente Cada día deberás sacrificar un becerro como ofrenda por el pecado, para purificarlos y hacerlos justos ante el Señor. Finalizada la ceremonia, limpia el altar purificándolo; unge el altar con aceite para consagrarlo. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando se haga la expiación para la purificación del altar, se ofrecerá cada día un novillo para la expiación, un sacrificio por el pecado, y luego ungirás el altar para consagrarlo. La Biblia Textual 3a Edicion Y sacrificarás diariamente el becerro de la expiación por el pecado, y purificarás el altar al hacer expiación sobre él, y lo ungirás para consagrarlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Inmolarás cada día un novillo en sacrificio por el pecado, en expiación; purificarás el altar por el sacrificio de expiación y lo ungirás después para consagrarlo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sacrificarás el becerro de la expiación en cada día para las expiaciones; y limpiarás el altar cuando hayas hecho expiación por él, y lo ungirás para santificarlo. |
Luego tomarás un poco de la sangre, y con ella rociarás los cuatro cuernos, las cuatro esquinas del zócalo superior y todo el reborde que lo rodea. Así lo purificarás y harás expiación por él.
Durante siete días ofrecerás diariamente un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y también un ternero y un carnero del rebaño, ambos sin defecto.
Al cabo de estos siete días, y a partir del día octavo, comenzaréis a ofrecer sobre el altar los holocaustos y sacrificios de comunión que vosotros ofrezcáis. Entonces yo los aceptaré. Lo afirma el Señor».
»El novillo del sacrificio expiatorio y el macho cabrío del sacrificio expiatorio, cuya sangre se llevó para hacer propiciación por el santuario, se sacarán del campamento, y la piel, la carne y el excremento se quemarán.
Cuando Moisés terminó de levantar el santuario, lo consagró ungiéndolo junto con todos sus utensilios. También ungió y consagró el altar y sus utensilios.
Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.