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Éxodo 2:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Un día, cuando ya Moisés era mayor de edad, fue a ver a sus hermanos de sangre y pudo observar sus penurias. De pronto, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus hermanos, es decir, a un hebreo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Muchos años después, cuando ya era adulto, Moisés salió a visitar a los de su propio pueblo, a los hebreos, y vio con cuánta dureza los obligaban a trabajar. Durante su visita, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus compatriotas hebreos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tiempo después, siendo Moisés ya mayor, se preocupó por sus hermanos y entonces fue cuando comprobó sus penosos trabajos. Le tocó ver cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sucedió en aquellos días que, siendo ya mayor, Moisés salió a sus hermanos y observó su servidumbre.° Vio también a un egipcio que azotaba a un hebreo de entre sus hermanos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Un día, cuando Moisés era ya mayor, salió a visitar a sus hermanos y fue testigo de las cargas que pesaban sobre ellos. Vio cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y en aquellos días aconteció que, crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y vio sus cargas: y vio a un egipcio que hería a uno de los hebreos, sus hermanos.

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Lòt tradiksyon



Éxodo 2:11
13 Referans Kwoze  

Fue así como los egipcios pusieron capataces para que oprimieran a los israelitas. Les impusieron trabajos forzados, tales como los de edificar para el faraón las ciudades de almacenaje Pitón y Ramsés.


Pero el Señor siguió diciendo: ―Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus penurias.


Además, esos mismos capataces del faraón golpeaban a los jefes de cuadrilla israelitas que ellos mismos habían nombrado, y les preguntaban: «¿Por qué ni ayer ni hoy cumplisteis con vuestra cuota de ladrillos, como antes lo hacíais?»


―Moisés y Aarón —replicó el rey de Egipto—, ¿por qué distraéis al pueblo de sus quehaceres? ¡Volved a vuestras obligaciones!


Daos cuenta de que es mucha la gente de este país, y vosotros no la dejáis trabajar.


Imponedles tareas más pesadas. Mantenedlos ocupados. Así no harán caso de mentiras».


Así que ve y diles a los israelitas: “Yo soy el Señor, y voy a quitaros de encima la opresión de los egipcios. Voy a libraros de su esclavitud; voy a liberaros con gran despliegue de poder y con grandes actos de justicia.


Haré de vosotros mi pueblo; y yo seré vuestro Dios. Así sabrán que yo soy el Señor vuestro Dios, que os libró de la opresión de los egipcios.


»El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?


»Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso.


«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos,