¿Por qué has huido en secreto, con engaños y sin decirme nada? Yo te habría despedido con alegría, y con música de tambores y de arpa.
Éxodo 15:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó una pandereta, y mientras todas las mujeres la seguían danzando y tocando panderetas, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la profetisa Miriam, hermana de Aarón, tomó una pandereta, se puso al frente, y todas las mujeres la siguieron, danzando y tocando sus panderetas. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Miriam, la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un instrumento, un pandero, y todas las mujeres la seguían con tímpanos, danzando en coro. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Miriam, la profetisa, hermana de Aarón, tomó el pandero en su mano, y todas las mujeres salieron tras ella con panderos y con danzas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un pandero, y todas las mujeres salieron tras ella con panderos para danzas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. |
¿Por qué has huido en secreto, con engaños y sin decirme nada? Yo te habría despedido con alegría, y con música de tambores y de arpa.
»No lo anunciéis en Gat ni lo pregonéis en las calles de Ascalón, para que no se alegren las filisteas ni lo celebren esas paganas.
Vestido tan solo con un efod de lino, se puso a bailar ante el Señor con gran entusiasmo.
Sucedió que, al entrar el arca del Señor en la Ciudad de David, Mical hija de Saúl se asomó a la ventana; y, cuando vio que el rey David estaba saltando y bailando delante del Señor, sintió por él un profundo desprecio.
mientras David y todo el pueblo de Israel danzaban ante el Señor con gran entusiasmo y cantaban al son de arpas, liras, panderetas, sistros y címbalos.
Así que Jilquías el sacerdote, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás.
David les ordenó a los jefes de los levitas que nombraran cantores de entre sus parientes para que entonaran alegres cantos al son de arpas, liras y címbalos.
Hijos de Amirán: Aarón, Moisés y Miriam. Hijos de Aarón: Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
«¡Dios mío, recuerda las intrigas de Sambalat y Tobías! ¡Recuerda también a la profetisa Noadías y a los otros profetas que quisieron intimidarme!»
Que alaben su nombre con danzas; que le canten salmos al son de la lira y el pandero.
Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta,
Los cantores van al frente, seguidos de los músicos de cuerda, entre doncellas que tocan panderetas.
Bendecid a Dios en la gran congregación; alabad al Señor, descendientes de Israel.
Pero la hermana del niño se quedó a cierta distancia para ver qué pasaría con él.
un tiempo para llorar y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto y un tiempo para saltar de gozo;
oh virginal Israel. Te edificaré de nuevo; ¡sí, serás reedificada! De nuevo tomarás panderetas y saldrás a bailar con alegría.
Yo fui quien te sacó de Egipto, quien te libró de esa tierra de esclavitud. Yo envié a Moisés, Aarón y Miriam para que te dirigieran.
Moisés había tomado por esposa a una egipcia, así que Miriam y Aarón empezaron a murmurar contra él por causa de ella.
Decían: «¿Acaso no ha hablado el Señor con otro que no sea Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros?» Y el Señor oyó sus murmuraciones.
Toda la comunidad israelita llegó al desierto de Zin el mes primero, y acampó en Cades. Fue allí donde Miriam murió y fue sepultada.
La esposa de Amirán se llamaba Jocabed hija de Leví, y había nacido en Egipto. Los hijos que ella tuvo de Amirán fueron Aarón y Moisés, y su hermana Miriam.
Había también una profetisa, Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana; casada de joven, había vivido con su esposo siete años,
En cambio, toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que es su cabeza; es como si estuviera rasurada.
las mujeres guarden silencio en la iglesia, pues no les está permitido hablar. Que estén sumisas, como lo establece la ley.
Cuando Jefté volvió a su hogar en Mizpa, salió a recibirlo su hija, bailando al son de las panderetas. Ella era hija única, pues Jefté no tenía otros hijos.
y estad atentos. Cuando las muchachas de Siló salgan a bailar, salid vosotros de los viñedos y raptad cada uno de vosotros una de esas muchachas para esposa, e id a la tierra de Benjamín.
En aquel tiempo gobernaba a Israel una profetisa llamada Débora, que era esposa de Lapidot.
»De ahí llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición filistea. Al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del santuario en el cerro. Vendrán profetizando, precedidos por músicos que tocan liras, panderetas, flautas y arpas.
Ahora bien, cuando el ejército regresó, después de haber matado David al filisteo, de todos los pueblos de Israel salían mujeres a recibir al rey Saúl. Al son de liras y panderetas, cantaban y bailaban,