También salieron con él carros y jinetes, formando así un cortejo muy grande.
Éxodo 14:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Al recobrar las aguas su estado normal, se tragaron todos los carros y jinetes del faraón, y a todo el ejército que había entrado al mar para perseguir a los israelitas. Ninguno de ellos quedó con vida. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. Biblia Nueva Traducción Viviente Enseguida las aguas volvieron a su lugar y cubrieron todos los carros y a sus conductores: el ejército completo del faraón. No sobrevivió ni uno de los egipcios que entró al mar para perseguir a los israelitas. Biblia Católica (Latinoamericana) Las aguas al volver cubrieron los carros, los caballos y su gente, o sea, todo el ejército de Faraón que había entrado en el mar persiguiéndolos: no se escapó ni uno solo. La Biblia Textual 3a Edicion Las aguas retornaron y cubrieron los carros, los jinetes y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Las aguas, al reunirse, cubrieron carros y jinetes, todo el ejército del Faraón, que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno solo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. |
También salieron con él carros y jinetes, formando así un cortejo muy grande.
Las aguas crecían y aumentaban cada vez más, pero el arca se mantenía a flote sobre ellas.
Cuando los hombres de Judá llegaron a la torre del desierto para ver el gran ejército enemigo, no vieron sino los cadáveres que yacían en tierra. ¡Ninguno había escapado con vida!
A la vista de ellos abriste el mar, y lo cruzaron sobre terreno seco. Pero arrojaste a sus perseguidores en lo más profundo del mar, como piedra en aguas caudalosas.
Pero hundió en el Mar Rojo al faraón y a su ejército; su gran amor perdura para siempre.
infundiéndoles confianza para que no temieran. Pero a sus enemigos se los tragó el mar.
―No tengáis miedo —les respondió Moisés—. Mantened vuestras posiciones, que hoy mismo seréis testigos de la salvación que el Señor realizará en vuestro favor. A esos egipcios que hoy veis, ¡jamás volveréis a verlos!
Pero con un soplo tuyo se los tragó el mar; ¡se hundieron como plomo en las aguas turbulentas!
Cuando los caballos y los carros del faraón entraron en el mar con sus jinetes, el Señor hizo que las aguas se les vinieran encima. Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca.
Saliste a liberar a tu pueblo, saliste a salvar a tu ungido. Aplastaste al rey de la perversa dinastía, ¡lo desnudaste de pies a cabeza! Selah
Vosotros visteis lo que hizo contra el ejército de los egipcios, y cómo desató las aguas del Mar Rojo sobre sus caballos y carros de guerra, cuando estos os perseguían a vosotros. El Señor los destruyó para siempre.
Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca; pero, cuando los egipcios intentaron cruzarlo, se ahogaron.
Barac persiguió a los carros y al ejército hasta Jaroset Goyim. Todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada; no quedó nadie con vida.