Eliseo le ordenó a Guiezi: ―Arréglate la ropa, toma mi bastón y ponte en camino. Si te encuentras con alguien, no lo saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Y, cuando llegues, coloca el bastón sobre la cara del niño.
Éxodo 14:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Y tú, levanta tu vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre terreno seco. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. Biblia Nueva Traducción Viviente Toma tu vara y extiende la mano sobre el mar. Divide las aguas para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar, pisando tierra seca. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego levanta tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los hijos de Israel pasen en seco por medio del mar. La Biblia Textual 3a Edicion Y tú, ¡alza tu vara, extiende la mano sobre el mar y divídelo, y entren los hijos de Israel en medio del mar por lo seco! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas pasen a pie enjuto por medio del mar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo; y entren los hijos de Israel por medio del mar en seco. |
Eliseo le ordenó a Guiezi: ―Arréglate la ropa, toma mi bastón y ponte en camino. Si te encuentras con alguien, no lo saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Y, cuando llegues, coloca el bastón sobre la cara del niño.
Pero el Señor le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha!
Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Extiende tu brazo sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los egipcios y contra sus carros y jinetes».
―Adelántate al pueblo —le aconsejó el Señor— y llévate contigo a algunos ancianos de Israel, pero lleva también la vara con que golpeaste el Nilo. Ponte en marcha,
que yo estaré esperándote junto a la roca que está en Horeb. Aséstale un golpe a la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo. Así lo hizo Moisés, a la vista de los ancianos de Israel.
Pero no te olvides de llevar contigo esta vara, porque con ella harás señales milagrosas.
―¿Qué tienes en la mano? —preguntó el Señor. ―Una vara —respondió Moisés.
Así que Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en un asno y volvió a Egipto. En la mano llevaba la vara de Dios.
Dijo también el Señor a Moisés: «Dile a Aarón que tome su vara y extienda el brazo sobre las aguas de Egipto, para que se conviertan en sangre sus arroyos y canales, y sus lagunas y depósitos de agua. Habrá sangre por todo el territorio de Egipto, ¡hasta en las vasijas de madera y de piedra!»
«Cuando el faraón os pida que hagáis un milagro, le dirás a Aarón que tome la vara y la arroje al suelo ante el faraón. Así la vara se convertirá en serpiente».
Con un látigo los azotará el Señor Todopoderoso, como cuando abatió a Madián en la roca de Oreb; levantará sobre el mar su vara, como lo hizo en Egipto.
¿Te enojaste, oh Señor, con los ríos? ¿Estuviste airado contra las corrientes? ¿Tan enfurecido estabas contra el mar que cabalgaste en tus caballos y montaste en tus carros victoriosos?
Dicho esto, levantó la mano y dos veces golpeó la roca con la vara, ¡y brotó agua en abundancia, de la cual bebieron la asamblea y su ganado!
Entonces el Señor le ordenó a Josué: «Apunta hacia Hai con la jabalina que llevas, pues en tus manos entregaré la ciudad». Y así lo hizo Josué.