Y dijo Jahaziel: «Escuchad, habitantes de Judá y de Jerusalén, y escucha también tú, oh rey Josafat. Así dice el Señor: “No tengáis miedo ni os acobardéis cuando veáis ese gran ejército, porque la batalla no es vuestra, sino mía.
Éxodo 14:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Vosotros quedaos quietos, que el Señor presentará batalla por vosotros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor mismo peleará por ustedes. Solo quédense tranquilos. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé peleará por ustedes, y ustedes solamente mirarán. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH luchará por vosotros, y vosotros quedaos quietos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh combatirá por vosotros; y vosotros no tendréis que hacer nada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis quietos. |
Y dijo Jahaziel: «Escuchad, habitantes de Judá y de Jerusalén, y escucha también tú, oh rey Josafat. Así dice el Señor: “No tengáis miedo ni os acobardéis cuando veáis ese gran ejército, porque la batalla no es vuestra, sino mía.
Pero vosotros no tendréis que intervenir en esta batalla. Simplemente, quedaos quietos en vuestros puestos, para que veáis la salvación que el Señor os dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengáis miedo ni os acobardéis! Salid mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con vosotros”».
Al oír las naciones de la tierra cómo el Señor había peleado contra los enemigos de Israel, el temor de Dios se apoderó de ellas.
Después de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: «¡No les tengáis miedo! Acordaos del Señor, que es grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos e hijas, y por vuestras esposas y vuestros hogares».
Por eso, al oír el toque de alarma, cerremos filas. ¡Nuestro Dios peleará por nosotros!»
A la vista de ellos abriste el mar, y lo cruzaron sobre terreno seco. Pero arrojaste a sus perseguidores en lo más profundo del mar, como piedra en aguas caudalosas.
Nuestro Dios viene, pero no en silencio; lo precede un fuego que todo lo destruye, y en torno a él ruge la tormenta.
Oh Dios, no guardes silencio; no te quedes, oh Dios, callado e impasible.
Pero el Señor le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha!
hizo que las ruedas de sus carros se atascaran, de modo que se les hacía muy difícil avanzar. Entonces exclamaron los egipcios: «¡Alejémonos de los israelitas, pues el Señor está peleando por ellos y contra nosotros!»
Porque así dice el Señor omnipotente, el Santo de Israel: «En el arrepentimiento y la calma está vuestra salvación, en la serenidad y la confianza está vuestra fuerza, ¡pero vosotros no lo queréis reconocer!
El Señor vuestro Dios marcha al frente y peleará por vosotros, como visteis que hizo en Egipto
porque el Señor tu Dios está contigo; él peleará en favor tuyo y te dará la victoria sobre tus enemigos”.
A su vez, el Señor llenó de pánico a los amorreos ante la presencia del ejército israelita, y este les infligió una tremenda derrota en Gabaón. A los que huyeron los persiguieron por el camino de Bet Jorón, y acabaron con ellos por toda la vía que va a Azeca y Maquedá.
Nunca antes ni después ha habido un día como aquel; fue el día en que el Señor obedeció la orden de un ser humano. ¡No cabe duda de que el Señor estaba peleando por Israel!
A todos esos reyes y sus territorios Josué los conquistó en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por su pueblo.
Uno solo de vosotros hace huir a mil enemigos, porque el Señor pelea por vosotros, tal como ha prometido.
Vosotros habéis visto todo lo que el Señor vuestro Dios ha hecho con todas aquellas naciones a vuestro favor, pues él peleó las batallas por vosotros.
Desde los cielos lucharon las estrellas, desde sus órbitas lucharon contra Sísara.
los filisteos se acobardaron y dijeron: «Dios ha entrado en el campamento. ¡Ay de nosotros, que nunca nos ha pasado algo así!