―Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
Éxodo 1:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y se extendían, de modo que los egipcios llegaron a tenerles miedo; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero cuanto más los oprimían, tanto más crecían y se multiplicaban, de tal modo que la gente ya no soportaba a los israelitas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y esparcían, hasta que llegaron a sentir aversión por los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuanto más los oprimían, tanto más crecía su número y se propagaban, de suerte que los egipcios llegaron a temer a los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían; así que ellos estaban fastidiados de los hijos de Israel. |
―Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo; los hiciste entrar en la tierra que bajo juramento les prometiste a sus padres.
El Señor hizo que su pueblo se multiplicara; lo hizo más numeroso que sus adversarios,
Dios los bendijo y se multiplicaron, y no dejó que menguaran sus rebaños.
De este modo los israelitas se hicieron más fuertes y más numerosos. Además, Dios trató muy bien a las parteras
Sin embargo, los israelitas tuvieron muchos hijos, y hasta tal punto se multiplicaron que fueron haciéndose más y más poderosos. El país se fue llenando de ellos.
y le dijo a su pueblo: «¡Cuidado con los israelitas, que ya son más fuertes y numerosos que nosotros!
Cruel es la furia, y arrolladora la ira, pero ¿quién puede enfrentarse a la envidia?
los moabitas sintieron mucho miedo de los israelitas. Estaban verdaderamente aterrorizados de ellos, porque eran un ejército muy numeroso.
Por eso los fariseos comentaban entre sí: «Como podéis ver, así no vamos a lograr nada. ¡Mirad cómo lo sigue todo el mundo!»
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
Entonces tú declararás ante el Señor tu Dios: “Mi padre fue un arameo errante, y descendió a Egipto con poca gente. Vivió allí hasta llegar a ser una gran nación, fuerte y numerosa.