Luego los otros hijos de Jacob llegaron y, pasando sobre los cadáveres, saquearon la ciudad en venganza por la deshonra que había sufrido su hermana.
Ester 9:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Mientras tanto, los judíos restantes que estaban en las provincias del rey también se reunieron para defenderse y librarse de sus enemigos. Mataron a setenta y cinco mil de quienes los odiaban, pero tampoco se apoderaron de sus bienes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En cuanto a los otros judíos que estaban en las provincias del rey, también se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y descansaron de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; pero no tocaron sus bienes. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, los demás judíos en todas las provincias del rey se reunieron para defender su vida. Quedaron aliviados de todos sus enemigos, al matar a setenta y cinco mil de los que los odiaban; pero no se quedaron con ninguna de sus pertenencias. Biblia Católica (Latinoamericana) Los demás judíos que estaban en las provincias del reino, se reunieron también para defender sus vidas; hicieron lo necesario para no tener problemas con los que los odiaban y mataron a setenta y cinco mil enemigos; pero no se apoderaron de sus bienes. La Biblia Textual 3a Edicion En cuanto al resto de los judíos que estaban en las provincias del rey, que se habían reunido para defender sus vidas, tuvieron reposo de sus enemigos luego de haber matado entre los que los odiaban a setenta y cinco mil, pero no pusieron la mano en el botín. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los demás judíos que había en las provincias del rey se reunieron para defender sus vidas, se pusieron a salvo de sus enemigos y dieron muerte a setenta y cinco mil de entre aquellos que los odiaban. Pero no saquearon sus bienes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En cuanto a los otros judíos que estaban en las provincias del rey, también se reunieron y se pusieron en defensa de su vida, y tuvieron reposo de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; mas en el despojo no metieron su mano. |
Luego los otros hijos de Jacob llegaron y, pasando sobre los cadáveres, saquearon la ciudad en venganza por la deshonra que había sufrido su hermana.
El edicto del rey facultaba a los judíos de cada ciudad a reunirse y defenderse, a exterminar, matar y aniquilar a cualquier fuerza armada de cualquier pueblo o provincia que los atacara a ellos o a sus mujeres y niños, y a apoderarse de los bienes de sus enemigos.
En todas las provincias del rey Asuero, los judíos se reunieron en sus respectivas ciudades para atacar a los que procuraban su ruina. Nadie podía combatirlos, porque el miedo a ellos se había apoderado de todos.
Pero su propia espada les atravesará el corazón, y su arco quedará hecho pedazos.