Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Ester 8:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Luego Ester volvió a interceder ante el rey. Se echó a sus pies y, con lágrimas en los ojos, le suplicó que pusiera fin al malvado plan que Amán el agagueo había maquinado contra los judíos.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Amán agagueo y su designio que había tramado contra los judíos.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego Ester volvió a presentarse ante el rey, cayó a sus pies y le suplicó con lágrimas que detuviera el plan siniestro que Amán, el agagueo, había conspirado contra los judíos.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Una vez más, Ester habló con el rey, cayó de rodillas a sus pies y le suplicó que dejara sin efecto la malvada idea de Amán, descendiente de Agag, y los proyectos que había tramado contra los judíos.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Ester habló nuevamente ante el rey, y cayó ante sus pies, y con lágrimas en los ojos le rogó que impidiera la perversidad de Amán agagueo y el plan que había tramado contra los judíos.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ester volvió para hablar en presencia del rey: cayó a sus pies, se echó a llorar y le suplicó que apartara la maldad y el proyecto que Amán, el de Agag, había concebido contra los judíos.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Esther habló otra vez delante del rey, y postrándose a sus pies le rogó con lágrimas que hiciese nula la maldad de Amán agageo, y su designio que él había tramado contra los judíos.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Ester 8:3
10 Referans Kwoze  

Pero luego fue a la montaña y se abrazó a los pies del hombre de Dios. Guiezi se acercó con el propósito de apartarla, pero el hombre de Dios intervino: ―¡Déjala! Está muy angustiada, y el Señor me ha ocultado lo que pasa; no me ha dicho nada.


Después de estos acontecimientos, el rey Asuero honró a Amán hijo de Hamedata, el descendiente de Agag, ascendiéndolo a un puesto más alto que el de todos los demás funcionarios que estaban con él.


Porque a mí y a mi pueblo se nos ha vendido para exterminio, muerte y aniquilación. Si solo se nos hubiera vendido como esclavos, yo me habría quedado callada, pues tal angustia no sería motivo suficiente para inquietar al rey.


El rey se quitó el anillo con su sello, el cual había recuperado de Amán, y se lo obsequió a Mardoqueo. Ester, por su parte, lo designó administrador de las propiedades de Amán.


El rey le extendió a Ester el cetro de oro. Entonces ella se levantó y, permaneciendo de pie ante él,


Ezequías volvió el rostro hacia la pared y le rogó al Señor:


Luchó con el ángel, y lo venció; lloró y le rogó que lo favoreciera. Se lo encontró en Betel, y allí habló con él;


En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión.


Se arrojó a sus pies y dijo: ―Señor mío, yo tengo la culpa. Deja que esta sierva tuya te hable; te ruego que me escuches.