Cuando llegaron al templo del Señor en Jerusalén, algunos jefes de familia dieron donativos para que se reconstruyera el templo de Dios en el mismo sitio.
Esdras 9:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Aunque somos esclavos, no nos has abandonado, Dios nuestro, sino que nos has extendido tu misericordia a la vista de los reyes de Persia. Nos has dado nueva vida para reedificar tu templo y reparar sus ruinas, y nos has brindado tu protección en Judá y en Jerusalén. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclinó sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues éramos esclavos pero, en su amor inagotable, nuestro Dios no nos abandonó en nuestra esclavitud. Por el contrario, hizo que los reyes de Persia nos trataran favorablemente. Él nos dio nuevas fuerzas, para que pudiéramos reconstruir el templo de nuestro Dios y reparar las ruinas. Nos dio una muralla de protección en Judá y en Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Seguimos como esclavos, pero nuestro Dios no nos ha abandonado en esta esclavitud, pues nos cubrió con su misericordia frente a los reyes de Persia. Nos ha dado un respiro, la Casa de nuestro Dios ha resurgido de sus ruinas, nos ha devuelto las murallas de Judá y de Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Por cuanto esclavos somos, pero en nuestra esclavitud no nos desamparó nuestro Dios, sino que extendió sobre nosotros misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos concediera la preservación de la vida, a fin de erigir la Casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos amparo° en Judá y en Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Esclavos fuimos. Pero nuestro Dios no nos abandonó en nuestra esclavitud, sino que inclinó hacia nosotros la benevolencia de los reyes de Persia y nos reanimó para levantar el templo de nuestro Dios, reparar sus ruinas y construirnos una muralla de defensa en Judá y en Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque siervos éramos; mas en nuestra servidumbre no nos desamparó nuestro Dios, antes extendió sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios, y para restaurar sus ruinas, y para darnos muros en Judá y en Jerusalén. |
Cuando llegaron al templo del Señor en Jerusalén, algunos jefes de familia dieron donativos para que se reconstruyera el templo de Dios en el mismo sitio.
Este Esdras llegó de Babilonia. Era un maestro muy versado en la ley que el Señor, Dios de Israel, le había dado a Moisés. Gozaba de la simpatía del rey, y el Señor su Dios estaba con él.
Así que Esdras llegó a Jerusalén en el mes quinto del séptimo año del reinado de Artajerjes.
»Y ahora, después de lo que hemos hecho, ¿qué podemos decirte? No hemos cumplido los mandamientos
Por eso les dije: ―Vosotros sois testigos de nuestra desgracia. Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego. ¡Vamos, animaos! ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén para que ya nadie se burle de nosotros!
Se negaron a escucharte; no se acordaron de las maravillas que hiciste por ellos. Fue tanta su terquedad y rebeldía que hasta se nombraron un jefe para que los hiciera volver a la esclavitud de Egipto. Pero tú no los abandonaste porque eres Dios perdonador, clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.
Que nadie le extienda su bondad; que nadie se compadezca de sus huérfanos.
Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo!
Cuando el Señor los haga descansar de su sufrimiento, de su tormento y de la cruel esclavitud a la que fueron sometidos,
La cavó, la limpió de piedras y la plantó de las mejores cepas. Edificó una torre en medio de ella y además preparó un lagar. Él esperaba que diera buenas uvas, pero acabó dando uvas agrias.
Voy a deciros lo que haré con mi viña: Le quitaré su cerco, y será destruida; derribaré su muro, y será pisoteada.
Reconstruirán las ruinas antiguas, y restaurarán los escombros de antaño; repararán las ciudades en ruinas, y los escombros de muchas generaciones.
Por tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Aunque los desterré a naciones lejanas y los dispersé por países extraños, por un tiempo les he servido de santuario en las tierras adonde han ido”.
»”Entiende bien lo siguiente: Habrá siete semanas desde la promulgación del decreto que ordena la reconstrucción de Jerusalén hasta la llegada del príncipe elegido. Después de eso, habrá sesenta y dos semanas más. Entonces será reconstruida Jerusalén, con sus calles y murallas. Pero cuando los tiempos apremien,
»Esperáis mucho, pero cosecháis poco; lo que almacenáis en vuestra casa, yo lo disipo de un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras vosotros solo os ocupáis de la vuestra! —afirma el Señor Todopoderoso—.
En torno suyo —afirma el Señor— seré un muro de fuego, y dentro de ella seré su gloria”.