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Esdras 4:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

De este modo, el trabajo de reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén quedó suspendido hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Por lo tanto, se detuvo la obra del templo de Dios en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el segundo año del reinado de Darío, rey de Persia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Así fue como se suspendieron los trabajos del Templo de Dios en Jerusalén y así se siguió hasta el segundo año del reinado de Darío, rey de Persia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y cesó la obra de la Casa de Dios que está en Jerusalem, y fue interrumpida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así quedó paralizada la obra del templo de Dios en Jerusalén. Estuvo suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces cesó la obra de la casa de Dios, que estaba en Jerusalén. Y cesó hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

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Lòt tradiksyon



Esdras 4:24
19 Referans Kwoze  

Zorobabel hijo de Salatiel, y Jesúa hijo de Josadac, junto con el resto de sus parientes, que eran sacerdotes, y con los levitas y con todos los que habían regresado del cautiverio, comenzaron la reconstrucción del templo en el mes segundo del segundo año de haber llegado a Jerusalén. A los levitas mayores de veinte años les encomendaron la tarea de supervisar las obras del templo del Señor.


En cuanto la carta del rey Artajerjes se leyó en presencia de Rejún, del cronista Simsay y de sus compañeros, todos ellos fueron a Jerusalén y, por la fuerza de las armas, obligaron a los judíos a detener la obra.


Y hasta llegaron a sobornar a algunos de los consejeros para impedirles llevar a cabo sus planes. Esto sucedió durante todo el reinado de Ciro, rey de Persia, y hasta el reinado de Darío, que también fue rey de Persia.


Los profetas Hageo y Zacarías hijo de Idó profetizaron a los judíos que estaban en Judá y Jerusalén, en el nombre del Dios de Israel, que velaba por ellos.


Pero, como Dios velaba por los dirigentes judíos, no los obligaron a interrumpir el trabajo hasta que se consultara a Darío y este respondiera por escrito.


Entonces el rey Darío ordenó que se investigara en los archivos donde se guardaban los tesoros de Babilonia.


Así los dirigentes judíos pudieron continuar y terminar la obra de reconstrucción, conforme a la palabra de los profetas Hageo y Zacarías hijo de Idó. Terminaron, pues, la obra de reconstrucción, según el mandato del Dios de Israel y por decreto de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.


La reconstrucción del templo se terminó el día tres del mes de adar, en el año sexto del reinado de Darío.


Así que envié unos mensajeros a decirles: «Estoy ocupado en una gran obra, y no puedo ir. Si bajara yo a reunirme con vosotros, la obra se vería interrumpida».


En realidad, lo que pretendían era asustarnos. Pensaban desanimarnos, para que no termináramos la obra. «Y ahora, Señor, ¡fortalece mis manos!»


muy breve ha sido la algarabía del malvado; la alegría del impío ha sido pasajera.


»”Pero ahora voy a darte a conocer la verdad. Van a levantarse en Persia tres reyes más, y hasta un cuarto, el cual será más rico que los otros tres. En cuanto haya cobrado fuerza con sus riquezas, incitará a todos contra el reino griego.


»”Entiende bien lo siguiente: Habrá siete semanas desde la promulgación del decreto que ordena la reconstrucción de Jerusalén hasta la llegada del príncipe elegido. Después de eso, habrá sesenta y dos semanas más. Entonces será reconstruida Jerusalén, con sus calles y murallas. Pero cuando los tiempos apremien,


El día primero del mes sexto del segundo año del rey Darío, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué hijo de Josadac:


Era el día veinticuatro del mes sexto del segundo año del rey Darío.


»Ahora bien, desde hoy en adelante, reflexionad. Antes de que pusierais piedra sobre piedra en la casa del Señor,


Reflexionad desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno, día en que se colocaron los cimientos de la casa del Señor. Reflexionad:


En el mes octavo del segundo año del reinado de Darío, la palabra del Señor vino al profeta Zacarías, hijo de Berequías y nieto de Idó:


Sí, deseábamos visitaros —yo mismo, Pablo, más de una vez intenté ir—, pero Satanás nos lo impidió.