Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Efesios 6:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

No lo hagáis solo cuando os estén mirando, como los que quieren ganarse el favor humano, sino como esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón la voluntad de Dios.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Traten de agradarlos todo el tiempo, no solo cuando ellos los observan. Como esclavos de Cristo, hagan la voluntad de Dios con todo el corazón.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

No se fijen en si son vigilados o si ganarán consideración, pues ustedes son siervos de Cristo que hacen con gusto la voluntad de Dios.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

no sirviendo al ojo, como los que procuran agradar a los hombres, sino como siervos del Mesías, haciendo la voluntad de Dios desde lo íntimo del ser.°

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

no les sirváis sólo para ser vistos, como quienes buscan el agrado de los hombres, sino como esclavos de Cristo, que hacen la voluntad de Dios con toda el alma.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios de corazón.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Efesios 6:6
20 Referans Kwoze  

Les daré un corazón que me conozca, porque yo soy el Señor. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.


A pesar de todo esto, su hermana, la infiel Judá, no se volvió a mí de todo corazón, sino que solo fingió volverse», afirma el Señor.


Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.


»No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.


Cualquiera que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.


Pero gracias a Dios que, aunque antes erais esclavos del pecado, ya os habéis sometido de corazón a la enseñanza que os fue transmitida.


Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo.


¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Pensáis que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.


Por tanto, no seáis insensatos, sino entended cuál es la voluntad del Señor.


Así que, mis queridos hermanos, como habéis obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia— llevad a cabo vuestra salvación con temor y temblor,


Por eso, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por vosotros. Pedimos que Dios os haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual,


Os manda saludos Epafras, que es uno de vosotros. Este siervo de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por vosotros, para que, plenamente convencidos, os mantengáis firmes, cumpliendo en todo la voluntad de Dios.


Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el evangelio: no tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestro corazón.


La voluntad de Dios es que seáis santificados; que os apartéis de la inmoralidad sexual;


Necesitáis perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, recibáis lo que él ha prometido.


Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Porque esta es la voluntad de Dios: que, practicando el bien, hagáis callar la ignorancia de los insensatos.


para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones humanas, sino cumpliendo la voluntad de Dios.


El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.