Sin embargo, yo preservaré a siete mil israelitas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado.
Efesios 3:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Por esta razón me arrodillo delante del Padre, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando pienso en todo esto, caigo de rodillas y elevo una oración al Padre, Biblia Católica (Latinoamericana) Pensando en todo esto, doblo las rodillas en presencia del Padre, La Biblia Textual 3a Edicion Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por esta razón, doblo mis rodillas ante el Padre, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, |
Sin embargo, yo preservaré a siete mil israelitas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado.
Salomón había estado ante el altar del Señor, de rodillas y con las manos extendidas hacia el cielo. Cuando terminó de orar y de hacer esta súplica al Señor, se levantó
Había mandado construir y colocar en medio del atrio una plataforma de bronce cuadrada, que medía dos metros con veinticinco centímetros por lado, y un metro con treinta y cinco centímetros de alto. Allí, sobre la plataforma, se arrodilló y, extendiendo las manos al cielo,
A la hora del sacrificio me recobré de mi abatimiento y, con la túnica y el manto rasgados, caí de rodillas, extendí mis manos hacia el Señor mi Dios,
Venid, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor.
He jurado por mí mismo, con integridad he pronunciado una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, y por mí jurará toda lengua.
Cuando Daniel se enteró de la publicación del decreto, se fue a su casa y subió a su dormitorio, cuyas ventanas se abrían en dirección a Jerusalén. Allí se arrodilló y se puso a orar y alabar a Dios, pues tenía por costumbre orar tres veces al día.
Entonces se separó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y empezó a orar:
Pero, al cabo de algunos días, partimos y continuamos nuestro viaje. Todos los discípulos, incluso las mujeres y los niños, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad, y allí en la playa nos arrodillamos y oramos.
Luego cayó de rodillas y gritó: ―¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió.
Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.
Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.
para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra,