Al justo no le sobrevendrá ningún daño, pero al malvado lo cubrirá la desgracia.
Eclesiastés 7:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Conviene asirse bien de esto, sin soltar de la mano aquello. Quien teme a Dios saldrá bien en todo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo. Biblia Nueva Traducción Viviente Presta atención a estas instrucciones, porque todo el que teme a Dios evitará caer en ambos extremos. Biblia Católica (Latinoamericana) Es bueno tomar un partido sin descartar la posibilidad del otro: el que teme a Dios sacará provecho del uno y de lo otro. La Biblia Textual 3a Edicion Bueno es agarrar lo uno sin soltar lo otro, porque el que teme a ’Elohim de todo sale bien parado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Feliz tú, si conservas lo uno sin dejar lo otro de tu mano, pues quien teme a Dios consigue las dos cosas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bueno es que tomes esto, y también de esto otro no apartes tu mano; porque el que teme a Dios, saldrá con todo. |
Al justo no le sobrevendrá ningún daño, pero al malvado lo cubrirá la desgracia.
Siembra tu semilla por la mañana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si esta o aquella, o si ambas serán igual de buenas.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.
Sé además que todo lo que Dios ha hecho permanece para siempre; que no hay nada que añadirle ni quitarle; y que Dios lo hizo así para que se le tema.
Más bien, entre tantos absurdos, pesadillas y palabrerías, muestra temor a Dios.
El pecador puede hacer lo malo cien veces, y vivir muchos años; pero sé también que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia.
En cambio, a los malvados no les irá bien ni vivirán mucho tiempo. Serán como una sombra, porque no temen a Dios.
Haré con ellos un pacto eterno: Nunca dejaré de estar con ellos para mostrarles mi favor; pondré mi temor en sus corazones, y así no se apartarán de mí.
Pero para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y saldréis saltando como becerros recién alimentados.
De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen.
»¡Ay de vosotros, fariseos!, que dais la décima parte de la menta, de la ruda y de toda clase de legumbres, pero descuidáis la justicia y el amor de Dios. Debíais haber practicado esto, sin dejar de hacer aquello.