»Si viene y te pone en un calabozo, y luego te pide cuentas, ¿quién lo hará desistir?
Eclesiastés 7:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Contempla las obras de Dios: ¿quién puede enderezar lo que él ha torcido? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? Biblia Nueva Traducción Viviente Acepta el modo en que Dios hace las cosas, porque, ¿quién puede enderezar lo que él torció? Biblia Católica (Latinoamericana) Contempla la obra de Dios: ¿quién podrá enderezar lo que él ha curvado? La Biblia Textual 3a Edicion Considera la obra de Dios: ¿quién podrá enderezar lo que Él torció? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contempla la obra de Dios: ¿Quién podrá enderezar lo que él ha curvado? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Considera la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que Él torció? |
»Si viene y te pone en un calabozo, y luego te pide cuentas, ¿quién lo hará desistir?
Lo que él derriba, nadie lo levanta; a quien él apresa, nadie puede liberarlo.
¿Pero quién puede condenarlo si él decide guardar silencio? ¿Quién puede verlo si oculta su rostro? Él está por encima de pueblos y personas,
»Espera un poco, Job, y escucha; ponte a pensar en las maravillas de Dios.
Si de algo se adueñara, ¿quién lo haría desistir? ¿Quién puede cuestionar sus actos?
Quien sea sabio, que considere estas cosas y entienda bien el gran amor del Señor.
Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste,
Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.
pude ver todo lo hecho por Dios. ¡El hombre no puede comprender todo lo que Dios ha hecho en esta vida! Por más que se esfuerce por hallarle sentido, no lo encontrará; aun cuando el sabio diga conocerlo, no lo puede comprender.
Si lo ha determinado el Señor Todopoderoso, ¿quién podrá impedirlo? Si él ha extendido su mano, ¿quién podrá detenerla?
Desde los tiempos antiguos, yo soy. No hay quien pueda librar de mi mano. Lo que yo hago, nadie puede desbaratarlo».
En sus banquetes hay vino y arpas, liras, tambores y flautas; pero no se fijan en los hechos del Señor ni tienen en cuenta las obras de sus manos.
Ninguno de los pueblos de la tierra merece ser tenido en cuenta. Dios hace lo que quiere con los poderes celestiales y con los pueblos de la tierra. No hay quien se oponga a su poder ni quien le pida cuentas de sus actos.
Ya que no podéis hacer algo tan insignificante, ¿por qué os preocupáis por lo demás?
Es un hecho que a Moisés le dice: «Tendré clemencia de quien yo quiera tenerla, y seré compasivo con quien yo quiera serlo».
Pero tú me dirás: «Entonces, ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios? ¿Quién puede oponerse a su voluntad?»
En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad,