el vidente Jehú hijo de Jananí fue a visitarlo y le dijo: «¿Cómo te atreviste a ayudar a los malvados, haciendo alianza con los enemigos del Señor? Por haber hecho eso, la ira del Señor ha caído sobre ti.
Eclesiastés 10:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Las moscas muertas apestan y echan a perder el perfume. Así mismo pesa más una pequeña necedad que la sabiduría y la honra juntas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. Biblia Nueva Traducción Viviente Así como las moscas muertas apestan todo un frasco de perfume, una pizca de necedad arruina gran sabiduría y honor. Biblia Católica (Latinoamericana) Una mosca muerta echa a perder todo el frasco de perfume; algunas locuras reducen a nada mucha sabiduría. La Biblia Textual 3a Edicion Una mosca muerta hace heder el perfume del perfumista. Así una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una mosca muerta echa a perder el ungüento del perfumista. Un poco de necedad pesa más que la sabiduría y la gloria. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las moscas muertas hacen que el perfume del perfumista dé mal olor; así una pequeña locura, al estimado como sabio y honorable. |
el vidente Jehú hijo de Jananí fue a visitarlo y le dijo: «¿Cómo te atreviste a ayudar a los malvados, haciendo alianza con los enemigos del Señor? Por haber hecho eso, la ira del Señor ha caído sobre ti.
¿Acaso no fue ese el pecado de Salomón, rey de Israel? Entre todas las naciones no hubo un solo rey como él: Dios lo amó y lo hizo rey sobre todo Israel. Pero aun a él lo hicieron pecar las mujeres extranjeras.
En efecto, le habían pagado para intimidarme y hacerme pecar siguiendo su consejo. De este modo, podrían hablar mal de mí y desprestigiarme.
¡Sin duda pesarían más que la arena de los mares! ¡Por algo mis palabras son tan impetuosas!
Con estos ingredientes harás un aceite, es decir, una mezcla aromática como las de los fabricantes de perfumes. Este será el aceite de la unción sagrada.
Vale más la sabiduría que las armas de guerra. Un solo error acaba con muchos bienes.
―Supongamos que alguien lleva carne consagrada en la falda de su vestido, y sucede que la falda toca pan, o guiso, o vino, o aceite, o cualquier otro alimento; ¿quedarán también consagrados? ―¡No! —contestaron los sacerdotes.
―Supongamos ahora —prosiguió Hageo— que una persona inmunda por el contacto de un cadáver toca cualquiera de estas cosas; ¿también ellas quedarán inmundas? ―¡Sí! —contestaron los sacerdotes.