Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Daniel 10:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Fue entonces cuando oí que aquel hombre me hablaba. Mientras lo oía, caí en un profundo sueño, de cara al suelo.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces oí que el hombre hablaba y cuando oí el sonido de su voz, me desmayé y quedé tendido, con el rostro contra el suelo.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Oí lo que se decía y, al oírlo, caí desvanecido con el rostro en tierra.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí de bruces desfallecido, con mi rostro en tierra.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oí el sonido de sus palabras y, al oírlo, caí rostro en tierra, desvanecido.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oí la voz de sus palabras: y cuando oí la voz de sus palabras, estaba yo en un profundo sueño sobre mi rostro, y mi rostro en tierra.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Daniel 10:9
11 Referans Kwoze  

Al anochecer, Abram cayó en un profundo sueño, y lo envolvió una oscuridad aterradora.


Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida.


Algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas, cuando caemos en un sopor profundo, o cuando dormitamos en el lecho,


Entre inquietantes visiones nocturnas, cuando cae sobre los hombres un sueño profundo,


Yo dormía, pero mi corazón velaba. ¡Y oí una voz! ¡Mi amado estaba a la puerta! «Hermana, amada mía; preciosa paloma mía, ¡déjame entrar! Mi cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche corre por mi pelo».


Entonces alguien con aspecto humano me tocó los labios, y yo los abrí y comencé a hablar. Y le dije a quien había estado hablando conmigo: “Señor, por causa de esta visión me siento muy angustiado y sin fuerzas.


»Mientras Gabriel me hablaba, yo caí en un sueño profundo, de cara al suelo. Pero él me despertó y me obligó a levantarme,


Al oírlo, se estremecieron mis entrañas; a su voz, me temblaron los labios; la carcoma me caló en los huesos, y se me aflojaron las piernas. Pero yo espero con paciencia el día en que la calamidad vendrá sobre la nación que nos invade.


Cuando terminó de orar y volvió a los discípulos, los encontró dormidos, agotados por la tristeza.


Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño, pero, cuando se despertaron, vieron su gloria y a los dos personajes que estaban con él.


Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último,