A Sara le dijo: ―Le he dado a tu hermano mil monedas de plata, que servirán de compensación por todo lo que te ha pasado; así quedarás vindicada ante todos los que están contigo.
Cantares 8:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Salomón tenía una viña en Baal Jamón, que dejó al cuidado de aparceros. Cada uno entregaba, por sus frutos, mil monedas de plata. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, La cual entregó a guardas, Cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto. Biblia Nueva Traducción Viviente Salomón tiene un viñedo en Baal-hamón y lo renta a arrendatarios. Cada uno de ellos paga mil monedas de plata por cosechar la fruta. Biblia Católica (Latinoamericana) Salomón tenía una viña en Baal-Amón,
la confió a unos cuidadores,
y cada uno le traía mil siclos de plata por sus frutos. La Biblia Textual 3a Edicion Coro Salomón tuvo una viña en Baal-hamón. Arrendó la viña a los guardas, Que le traen por su fruto, Cada uno mil siclos° de plata. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una viña tenía Salomón en Baal Hamón. Puso a su viña guardianes: cada uno, por su fruto, le traía mil siclos de plata. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó a guardas, cada uno de los cuales debía traer mil piezas de plata por su fruto. |
A Sara le dijo: ―Le he dado a tu hermano mil monedas de plata, que servirán de compensación por todo lo que te ha pasado; así quedarás vindicada ante todos los que están contigo.
No os fijéis en mi tez morena, ni en que el sol me bronceó la piel. Mis hermanos se enfadaron contra mí, y me obligaron a cuidar las viñas; ¡y mi propia viña descuidé!
Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los hombres. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.
Vayamos temprano a los viñedos, para ver si han retoñado las vides, si sus yemas se han abierto, y si ya florecen los granados. ¡Allí te brindaré mis caricias!
¡Quédate, Salomón, con las mil monedas, y vosotros, aparceros, con doscientas, pero mi viña solo a mí me pertenece!
En aquel día, allí donde hubo mil viñedos que costaban mil monedas de plata cada uno, no quedarán más que zarzas y espinos,
Entonces comenzó Jesús a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Luego arrendó el viñedo a unos labradores y se fue de viaje.