Disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que crece en los muros. También enseñó acerca de las bestias y las aves, los reptiles y los peces.
Cantares 4:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Desciende del Líbano conmigo, novia mía; desciende del Líbano conmigo. Baja de la cumbre del Amaná, de la cima del Senir y del Hermón. Baja de las guaridas de los leones, de los montes donde habitan los leopardos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos. Biblia Nueva Traducción Viviente Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía; ven conmigo desde el Líbano. Desciende del monte Amana, de las cumbres del Senir y del Hermón, donde los leones tienen sus guaridas y los leopardos viven entre las colinas. Biblia Católica (Latinoamericana) Ven del Líbano, novia mía,
ven hasta acá del Líbano,
deja lo alto del Amaná,
las cumbres del Samir y del Hermón,
moradas de leones,
guaridas de leopardos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ven conmigo desde el Líbano! ¡Oh esposa mía, ven del Líbano! Sal, desde la cumbre del Amaná, Desde la cumbre del Senir y del Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ven del Líbano, novia mía, ven del Líbano, llega: vuelve desde las cumbres del Amaná, desde las cimas del Senir y del Hermón, de las guaridas de leones, de las montañas de panteras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía, ven conmigo desde el Líbano; mira desde la cumbre de Amana, desde la cumbre de Senir y de Hermón, desde las guaridas de los leones, desde las montañas de los leopardos. |
Disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que crece en los muros. También enseñó acerca de las bestias y las aves, los reptiles y los peces.
¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar, no son mejores que toda el agua de Israel? ¿Acaso no podría zambullirme en ellos y quedar limpio?» Furioso, dio media vuelta y se marchó.
Los hijos de la media tribu de Manasés eran numerosos y se establecieron en el país, desde Basán hasta Baal Hermón, Senir y el monte Hermón.
Escucha, hija, fíjate bien y presta atención: Olvídate de tu pueblo y de tu familia.
Que abunde el trigo en toda la tierra; que ondeen los trigales en la cumbre de los montes. Que el grano se dé como en el Líbano; que abunden las gavillas como la hierba del campo.
Por ti fueron creados el norte y el sur; el Tabor y el Hermón cantan alegres a tu nombre.
Dejad vuestra insensatez, y viviréis; andaréis por el camino del discernimiento.
La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia. ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!»
He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel; allí bebo mi vino y mi leche. ¡Comed y bebed, amigos, y embriagaos de amor!
Ven, amado mío; vayamos a los campos, pasemos la noche entre los azahares.
Como un joven que se casa con una doncella, así el que te edifica se casará contigo; como un novio que se regocija por su novia, así tu Dios se regocijará por ti.
Con pinos del monte Senir hicieron todos tus entablados. Con cedros del Líbano armaron tu mástil.
Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.
Déjame pasar y ver la buena tierra al otro lado del Jordán, esa hermosa región montañosa y el Líbano”.
Los israelitas derrotaron a dos reyes cuyos territorios se extendían al este del río Jordán, desde el arroyo Arnón hasta el monte Hermón, y abarcaban el Arabá al oriente.