El Dios de Israel habló, la Roca de Israel me dijo: “El que gobierne a la gente con justicia, el que gobierne en el temor de Dios,
Cantares 2:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Mi amado me habló y me dijo: «¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi amante me dijo: «¡Levántate, amada mía! ¡Ven conmigo, mi bella mujer! Biblia Católica (Latinoamericana) Mi amado empieza a hablar
y me dice: La Biblia Textual 3a Edicion Mi amado habló, y me dijo: Él ¡Oh amada mía, hermosa mía, levántate y sal conmigo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi amado me llama y me dice: ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven. |
El Dios de Israel habló, la Roca de Israel me dijo: “El que gobierne a la gente con justicia, el que gobierne en el temor de Dios,
Voy a escuchar lo que Dios el Señor dice: él promete paz a su pueblo y a sus fieles, siempre y cuando no se vuelvan a la necedad.
¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas!
Tú y tus adornos, amada mía, me recordáis a las yeguas enjaezadas de los carros del faraón.
¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias!
La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia. ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!»
¡La voz de mi amado! ¡Miradlo, aquí viene! Saltando por las colinas, brincando por las montañas.
Yo dormía, pero mi corazón velaba. ¡Y oí una voz! ¡Mi amado estaba a la puerta! «Hermana, amada mía; preciosa paloma mía, ¡déjame entrar! Mi cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche corre por mi pelo».
Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: «Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad,
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. «Sígueme», le dijo. Mateo se levantó y lo siguió.
El celo que siento por vosotros proviene de Dios, pues os tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentaros como una virgen pura.
El Espíritu y la novia dicen: «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.