Por mucho tiempo, desde los días de David y de Asaf, había directores de coro y cánticos de alabanza y de acción de gracias a Dios.
Apocalipsis 7:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 diciendo: «¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. Biblia Nueva Traducción Viviente cantando: «¡Amén! ¡La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza pertenecen a nuestro Dios por siempre y para siempre! Amén». Biblia Católica (Latinoamericana) diciendo:
¡Amén! Alabanza, gloria, sabiduría,
acción de gracias, honor,
poder y fuerza a nuestro Dios
por los siglos de los siglos. Amén. La Biblia Textual 3a Edicion diciendo: ¡Amén! ¡La bendición, y la gloria, y la sabiduría, y la acción de gracias, y el honor, y el poder y la fortaleza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos! ¡Amén! Biblia Serafín de Ausejo 1975 diciendo: 'Amén. La bendición y la gloria, la sabiduría y la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) diciendo: Amén: La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por siempre jamás. Amén. |
Por mucho tiempo, desde los días de David y de Asaf, había directores de coro y cánticos de alabanza y de acción de gracias a Dios.
Los levitas eran Jesúa, Binuy, Cadmiel, Serebías, Judá y Matanías, quien dirigía las acciones de gracias junto con sus hermanos;
Entrad por sus puertas con acción de gracias; venid a sus atrios con himnos de alabanza; dadle gracias, alabad su nombre.
¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, eternamente y para siempre! ¡Que todo el pueblo diga: «Amén»! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud, y, jubilosos, proclamen sus obras!
Cantad al Señor con gratitud; cantad salmos a nuestro Dios al son del arpa.
Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos. Amén y amén.
Bendito sea por siempre su glorioso nombre; ¡que toda la tierra se llene de su gloria! Amén y amén.
Sin duda, el Señor consolará a Sión; consolará todas sus ruinas. Convertirá en un Edén su desierto; en huerto del Señor sus tierras secas. En ella encontrarán alegría y regocijo, acción de gracias y música de salmos.
el grito de gozo y alegría, el canto del novio y de la novia, y la voz de los que traen a la casa del Señor ofrendas de acción de gracias y cantan: »” ‘Dad gracias al Señor Todopoderoso, porque el Señor es bueno, porque su amor es eterno’. Yo cambiaré la suerte de este país —afirma el Señor—, y volverá a ser como al principio”.
Jerusalén será para mí motivo de gozo, y de alabanza y de gloria a la vista de todas las naciones de la tierra. Se enterarán de todo el bien que yo le hago, y temerán y temblarán por todo el bienestar y toda la paz que yo le ofrezco”.
Yo, en cambio, te ofreceré sacrificios y cánticos de gratitud. Cumpliré las promesas que te hice. ¡La salvación viene del Señor!»
Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén.
De otra manera, si alabas a Dios con el espíritu, ¿cómo puede quien no es instruido decir «Amén» a tu acción de gracias, puesto que no entiende lo que dices?
Todo esto es por vuestro bien, para que la gracia que está alcanzando a más y más personas haga abundar la acción de gracias para la gloria de Dios.
arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se os enseñó, y llenos de gratitud.
Y todo lo que hagáis, de palabra o de obra, hacedlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad, por medio de Jesucristo nuestro Señor, antes de todos los siglos, ahora y para siempre! Amén.
y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.
Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y dijeron: «¡Amén, Aleluya!»