porque oprimió al pobre y lo dejó sin nada, y se adueñó de casas que nunca construyó.
Amós 5:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¡Yo sé cuán numerosos son vuestros delitos, cuán grandes vuestros pecados! Vosotros oprimís al justo, exigís soborno y en los tribunales atropelláis al necesitado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues yo conozco la enorme cantidad de sus pecados y la profundidad de sus rebeliones. Ustedes oprimen a los buenos al aceptar sobornos y privan al pobre de la justicia en los tribunales. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues yo sé que son muchos sus crímenes y enormes sus pecados, opresores de la gente buena, que exigen dinero anticipado y hacen perder su juicio al pobre en los tribunales. La Biblia Textual 3a Edicion Yo conozco bien vuestras muchas transgresiones E innumerables pecados: Oprimís al justo, recibís soborno, Y atropelláis° a los pobres en la puerta.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues conozco vuestras muchas maldades y vuestros enormes pecados. Oprimen al justo, aceptan soborno y atropellan a los pobres en el tribunal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque yo conozco vuestras muchas rebeliones, y vuestros grandes pecados; que afligen al justo, y reciben cohecho, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa. |
porque oprimió al pobre y lo dejó sin nada, y se adueñó de casas que nunca construyó.
o si he levantado contra el huérfano mi mano por contar con influencias en los tribunales,
Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas. No serán avergonzados por sus enemigos cuando litiguen con ellos en los tribunales.
»No tuerzas la justicia contra los pobres de tu pueblo en sus demandas legales.
Vara mágica es el soborno para quien lo ofrece, pues todo lo que emprende lo consigue.
No explotes al pobre porque es pobre, ni oprimas en los tribunales a los necesitados;
Tus gobernantes son rebeldes, cómplices de ladrones; todos aman el soborno y van tras los regalos. No abogan por el huérfano, ni se ocupan de la causa de la viuda.
Privan de sus derechos a los pobres, y no hacen justicia a los oprimidos de mi pueblo; hacen de las viudas su presa y saquean a los huérfanos.
los que con una palabra hacen culpable a una persona, los que en el tribunal ponen trampas al defensor y con engaños perjudican al indefenso.
Solo el que procede con justicia y habla con rectitud, el que rechaza la ganancia de la extorsión y se sacude las manos para no aceptar soborno, el que no presta oído a las conjuras de asesinato y cierra los ojos para no contemplar el mal.
De repente, en un solo día, ambas cosas te sorprenderán: la pérdida de tus hijos y la viudez te abrumarán por completo, a pesar de tus muchas hechicerías y de tus poderosos encantamientos.
de los que por soborno absuelven al culpable, y le niegan sus derechos al indefenso!
»Yo, por causa de sus acciones y sus ideas, estoy a punto de reunir a gente de toda nación y lengua; vendrán y verán mi gloria.
Porque cometieron una infamia en Israel: adulteraron con la mujer de su prójimo y dijeron mentiras en mi nombre, cosas que jamás les ordené. Yo lo sé, y de eso soy testigo», afirma el Señor.
Porque habéis descorazonado al justo con vuestras mentiras, sin que yo lo haya afligido. Habéis alentado al malvado para que no se convierta de su mala conducta y se salve.
Yo conozco bien a Efraín; Israel no me es desconocido. Pero ahora Efraín se ha prostituido; e Israel se ha mancillado.
En aquel día huirá desnudo aun el más valiente de los guerreros», afirma el Señor.
Destruiré al gobernante en medio de su pueblo, y junto con él mataré a todos sus oficiales», dice el Señor.
Vosotros odiáis al que defiende la justicia en el tribunal y detestáis al que dice la verdad.
Vosotros convertís el derecho en amargura y echáis por tierra la justicia.
Oíd esto, los que pisoteáis a los necesitados y extermináis a los pobres de la tierra.
Sus gobernantes juzgan por soborno, sus sacerdotes instruyen por paga, y sus profetas predicen por dinero; para colmo, se apoyan en el Señor, diciendo: «¿No está el Señor entre nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!»
Nadie les gana en cuanto a hacer lo malo; funcionarios y jueces exigen soborno. Los magnates no hacen más que pedir, y todos complacen su codicia.
«De modo que me acercaré a vosotros para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus asalariados; contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor —dice el Señor Todopoderoso—.
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a este lo habéis traicionado y asesinado
»Nombrarás jueces y funcionarios que juzguen con justicia al pueblo, en cada una de las ciudades que el Señor tu Dios entregará a tus tribus.
Y cuando les sobrevengan muchos desastres y adversidades, este cántico servirá de testimonio contra ellos, porque sus descendientes lo recordarán y lo cantarán. Yo sé lo que mi pueblo piensa hacer, aun antes de introducirlo en el territorio que juré darle».
Oíd cómo clama contra vosotros el salario no pagado a los obreros que trabajaron vuestros campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso.
Booz, por su parte, subió hasta la puerta de la ciudad y se sentó allí. En eso pasó el pariente redentor que él había mencionado. ―Ven acá, amigo mío, y siéntate —le dijo Booz. El hombre fue y se sentó.
Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia.