Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel! —afirma el Señor—. ¡Ánimo, Josué hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo de esta tierra! —afirma el Señor—. ¡Manos a la obra, que yo estoy con vosotros! —afirma el Señor Todopoderoso—.
2 Timoteo 2:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) En cuanto a ti, hijo, que tu fuerza sea la gracia que tienes en Cristo Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion Tú pues hijo mío, sé fortalecido con la gracia que hay en Jesús el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú, pues, hijo mío, saca fuerzas de la gracia que hay en Cristo Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. |
Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel! —afirma el Señor—. ¡Ánimo, Josué hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo de esta tierra! —afirma el Señor—. ¡Manos a la obra, que yo estoy con vosotros! —afirma el Señor Todopoderoso—.
Timoteo, hijo mío, te doy este encargo porque tengo en cuenta las profecías que antes se hicieron acerca de ti. Deseo que, apoyado en ellas, pelees la buena batalla
a Timoteo, mi verdadero hijo en la fe: Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan gracia, misericordia y paz.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, según la promesa de vida que tenemos en Cristo Jesús,
a mi querido hijo Timoteo: Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan gracia, misericordia y paz.
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús.
Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por medio de mí se llevara a cabo la predicación del mensaje y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de la boca del león.
Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella para nada; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas.
Más bien, creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.